lunes, 25 de agosto de 2008

SE REQUIERE ALGUIEN PARA QUE NOS EXPLIQUE.

SE REQUIERE ALGUIEN INTELIGENTE PARA QUE NOS EXPLIQUE,

Para la gran mayoría de los habitantes de Ciudad Juárez que no tienen nada que ver con hechos delictuosos, incluso para los que sí, debe resultar definitivamente inexplicable, el que a pesar del incremento en un 175% la presencia militar, los sicarios siguen llevando a cabo sus ejecuciones, eliminando a sus competidores y potenciales clientes. ¿Será esta la forma de acabar con los narcotraficantes y consumidores “para que la droga no llegue a tus hijos”?

Del aumento de las fuerzas federales en contra de la delincuencia organizada, que ha sido directamente proporcional al incremento de la criminalidad (ejecuciones), se podría deducir que para que estas disminuyan, es más conveniente que se replanteen estos operativos, pero para que estas fuerzas federales se vayan, que dejen a los juarénses solos.

¡Elemental mi querido Watson!

No es posible entender como es que los sicarios lleven a cabo sus mortales actividades sin que nadie pueda evitar que lleguen a cantinas, antros, hoteles, a casas habitación o que en pleno centro de la ciudad, impunemente asesinen a buen número de personas diariamente, a cualquier hora, ante la presencia de testigos y lo que es peor, que de los cerca de novecientos crímenes mortales, hasta hoy, no haya ningún detenido.

Forzosamente esto da pie para pensar que algún o algunos de los jefes policíacos (integrantes de estos operativos), está ordenando a sus subordinados que lleven a cabo la protección de estos asesinos, para que realicen sus criminales actos y les permitan su huida con toda tranquilidad.

De ninguna manera son aceptables las declaraciones de las autoridades, en el sentido que, el incremento de las ejecuciones son producto del daño que a la delincuencia se le está ocasionando con los operativos en contra, llámense como se llamen, ya que estos no reportan ningún beneficio, mucho menos proporcionan la paz y la tranquilidad tan anhelada por los habitantes de esta ciudad, que ya no sienten lo duro, sino lo tupido.

Pareciera que a quienes en los tres niveles de gobierno, que cobran muy bien por garantizar la seguridad de las personas y sus bienes legalmente tutelados, les resulta muy honroso el calificativo de “La ciudad más violenta” con el que cuenta Ciudad Juárez, que convierte a Irak, en donde existe una guerra declarada, en el paraíso.

Esta situación tan violenta ya provocó que los concesionarios del transporte público, con su ya de por si deplorable servicio, por razones de seguridad hayan decidido suspenderlo en cuanto anochezca, aumentando el suplicio de los usuarios, en el vía crucis que tienen que recorrer para trasladarse a sus hogares o trabajos.

En Creel, Chihuahua, a una semana de la masacre en donde resultaron víctimas mortales 13 personas, en su mayoría jóvenes y un menor de un año y meses, centenares de personas vestidos de negro, realizaron una marcha de protesta por estos dolorosos hechos y exigiendo mayor seguridad y vigilancia, mientras que elementos federales patrullaban las calles de ese pueblo. ¿Protegiéndolos o intimidándolos?

Estas personas fueron acompañadas por el obispo de la tarahumara, el vicario de esa diócesis y un sacerdote derecho humanista, quien dijo: “yo quisiera que camináramos de blanco y llenos de flores, porque ahora necesitamos hablar de la vida”

Previo al inicio de esta marcha, el obispo de la tarahumara, después de invitar a los asistentes a orar por los que “se marcharon”, también pidió una oración para los que cometieron la masacre.

Dejando de lado todo sentimiento innoble de venganza que a nada conduce. En esos momentos en que los dolientes sufren hasta lo indecible por sus irreparables pérdidas familiares, ¿qué aliento les proporciona el hacer una oración para los que les causaron esa grande pena, en qué les beneficiará el caminar de blanco, llenos de flores para hablar de la vida, cuando han sido víctimas de la muerte?

Con el debido respeto para estos representantes de la grey católica. No debieran olvidar que tanto ellos como las autoridades gubernamentales, han descuidado en mucho su quehacer y en cierta medida son responsables de lo sucedido en Creel, en el estado y en el país.

¡Ubíquense por favor!
Ciudad Juárez, Chihuahua. Agosto 25 del 2008. José Luís Elías García.

1 comentario:

David dijo...

Me da pena que este comentarista no sepa la realidad. Nuestros sacerdotes y obispo siempre han estado acompañándonos y nunca nos han dejado. Ellos, desde luego, no nos incitan a la violencia, pero sí han estado trabajando para curarnos y para luchar para que se esclarezcan los hechos. Es al gobierno y procuraduría a quienes les toca trabajar.