martes, 19 de agosto de 2008

MUSICA PAGADA POR ADELANTADO, NO TOCA BUEN SON.

MUSICA PAGADA POR ADELANTADO, NO TOCA BUEN SON.

El jueves 10 de abril pasado, en sesión de cabildo del Ayuntamiento de Ciudad Juárez, se decidió otorgar un reconocimiento al Ejército Mexicano por la labor que estaba realizando como parte del Operativo Chihuahua Conjunto, que recientemente había iniciado su lucha en contra de la delincuencia organizada. Ya entrados en materia, el ayuntamiento en pleno extendió ese reconocimiento al gobernador del estado José Reyes Baeza y al presidente municipal José Reyes Ferríz.
Las fuerzas federales (elementos del ejército, de la AFI, de la PFP y de la SSPF), llegaron a nuestra ciudad como respuesta a un clamor generalizado de los chihuahuenses y a solicitud de los gobiernos estatal y municipal, por los altos índices de criminalidad, ante su alegada falta de competencia para actuar y porque los elementos de la Delegación de la Procuraduría General de la República en esta ciudad, no hacían ni hacen nada al respecto.
Lo curioso del caso, es que mientras estos gobiernos aducen no tener competencia para actuar en contra del narcotráfico, muchos de sus elementos (de los tres niveles), si la han tenido para cobrar cuotas a los narcotraficantes por dejarlos trabajar, por retirarse o no acercarse a un lugar en donde se va a llevar a cabo un hecho violento. Algunos policías de manera anónima, al ser cuestionados por la falta de presencia en estos lugares, han declarado que recibieron órdenes superiores de retirarse, aún cuando por lo céntrico del lugar, estaban asignados para vigilarlo.

Si bien es cierto que en un principio este operativo federal realizó cateos en narco residencias y narco bodegas, con algunos resultados espectaculares en cuanto a la incautación de drogas, vehículos de lujo, generalmente con reporte de robo, dinero, armas y proyectiles de alto poder (que estas acciones se llevaron a cabo por denuncias anónimas, que como producto de la presumida inteligencia que dicen tener), es más cierto que el número de detenciones de narcotraficantes, no correspondió al de estas incautaciones. Lo que da pie para especular que los delincuentes fueron avisados con anterioridad para huyeran y así evitar que fueran detenidos.

Poco después, elementos del ejército fueron denunciados por llevar a cabo cateos en casas particulares sin la respectiva orden emitida por un juez. Por robarse pertenencias de los propietarios y por agredirlos físicamente de manera violenta, incluso por desaparecerlos o asesinarlos.
Esto tuvo como consecuencia un relajamiento en sus actuaciones y que la Secretaría de la Defensa Nacional en el mismo mes de abril, emitiera un comunicado en el que informaba y prevenía a la ciudadanía entre otras cosas de: “PROBABLES ACCIONES DELICTIVAS QUE PRETENDE REALIZAR EL CARTEL DE JUAREZ”, como los que algunos sicarios, empleando uniformes militares semejantes a los que utilizan los elementos del ejército y a bordo de vehículos, pintados de manera similar a los que usan éstos; pretenden realizar violaciones tumultuarias durante supuestos cateos a casas habitación, negocios y centros nocturnos.
¿Serían miembros del cártel de Juárez, quienes se dijo, habían acompañado a los sicarios que asesinaron nueve personas en el local del CIAD la semana pasada?

Los integrantes del Operativo Chihuahua, presumieron de tener un elevado grado de inteligencia para realizarlo con éxito y en cierta medida lo demostraron al conocer acerca de estas “acciones” que comunicaron iban a realizar los miembros del cartel de Juárez.
Pero. ¿Por qué no la utilizan para, en el caso de la Policía Federal Preventiva, apoyada por la Agencia Federal de Investigación, prevenir y alertar a las otras fuerzas participantes, para que actúen con eficiencia y detengan a los delincuentes

Este relajamiento provocó que los sicarios volvieran por sus fueros y con más agresividad, desmintiendo la aseveración de que con la presencia de los federales se provocaría el “efecto cucaracha” que los haría retirarse de la ciudad y del estado.

La presencia de estas fuerzas de combate al crimen organizado tuvo otra repercusión. Contribuyó a que la violencia y los delitos del fuero común en sus diferentes modalidades aumentaran exponencialmente, ya que tanto las autoridades municipales responsables de la prevención de los delitos y las estatales, responsables de investigarlos y en su caso detener a los delincuentes y consignarlos, se echaron aún más la cola al hombro, dejando a los juarénses en completo estado de indefensión y en constante zozobra, ante el temor de ser víctima de asaltos, agresiones o de una bala perdida.

Ante estos casi nulos resultados del Operativo Chihuahua Conjunto y después de más de ochocientos treinta asesinatos en lo que va del año en esta ciudad (cantidad mayor a los asesinatos sucedidos en el mismo periodo en la guerra de Irak), de los cuales según se informa que solo diez y ocho casos han llegado a un juez. El gobernador del estado José Reyes Baeza “consideró” que dicho operativo ya fue rebasado por la cifra de muertes violentas vinculadas al crimen organizado, e informó que ya habló con el presidente Felipe Calderón para replantear las acciones porque “la tendencia es inaceptable y debe ser contenida”

Espero que esta “consideración” de José Reyes Baeza, sea producto de una real preocupación de tantas muertes violentas en el estado, no una repercusión de las declaraciones emitidas la semana pasada por el senador Manlio Fabio Beltrones y la presidenta del PRI Beatriz Paredes Rangel en contra de Felipe Calderón, en relación a estos ineficientes operativos, pero más como actos politicoides en provecho de sus personales proyectos políticos. Que por encontrar la solución a la creciente inseguridad pública.

Para que esta consideración y preocupación sea creíble, tanto él, como José Reyes Ferríz, deben asumir con honestidad la responsabilidad de garantizar la seguridad pública a los ciudadanos en el ámbito del territorio que se dice gobiernan. Ya que prácticamente son los responsables de todo lo bueno y lo malo que sucede en él.

José Reyes Ferríz debe dejar de lado sus absurdas aspiraciones de ser gobernador del estado y el tiempo y dinero que utiliza para ello, lo dedique a proporcionar una prevención efectiva de la delincuencia. Llevar a cabo la tan cacareada depuración en la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, que no espere a que esta depuración se realice por la ejecución de sus elementos.
Mientras que José Reyes Baeza debe exigir a la procuradora Patricia González, que su cuerpo de investigadores realice su trabajo con eficiencia, para que los ministerios públicos integren bien sustentados los expedientes de los miles de delitos del fuero común que están sin solución, y hagan las consignaciones de manera que ningún juez absuelva a los delincuentes “por falta de elementos”

Solo así los chihuahuenses en general y los juarénses en particular, podrán aspirar a vivir en un ambiente menos violento y confiar en sus autoridades.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Agosto 19 del 2008. José Luís Elías García.

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