martes, 1 de julio de 2008

¿A QUIEN CULPAR?

¿A QUIEN CULPAR?

El fin de semana pasado, a la altura de El Sueco, Chihuahua (150 kilómetros al norte de la capital del estado), ocurrió un lamentable accidente entre dos autobuses de “las líneas piratas”, que pululan en todas las ciudades de nuestro país y un trailer cargado con cincuenta toneladas de vidrio. Se informa de manera oficial que 14 personas murieron calcinadas y el conductor del trailer, otras más resultaron heridas de gravedad.

Los chóferes de los autobuses se dieron a la fuga.

En primer lugar. Los autobuses piratas (que no cumplen con los mínimos requisitos para prestar el servicio de transporte foráneo de pasajeros), surgen como la gran necesidad de ahorrar de los pasajeros de escasos recursos, que no tienen para pagar las elevadas tarifas de las otras líneas de autobuses y por supuesto, con la complicidad de las autoridades del ramo.

En segundo lugar. La carretera Panamericana, con tramos de jurisdicción federales y estatales, pomposamente llamada autopista, excepto por las costosas casetas de cobro, tampoco cumple con los requisitos esenciales para ser considerada como tal. Ya que el estado que guarda dicha “autopista” está bastante deteriorado (baches, vados, que en temporada de lluvias, se convierten en un grave peligro al inundarse, sobre todo por las noches en que no se pueden distinguir y sorpresivamente se cae en ellos, ocasionando accidentes, en ocasiones mortales).

Toda autopista debe incluir en su construcción con un carril lateral derecho, en donde se puedan parar provisionalmente y de manera segura, los vehículos que por diferentes razones deban detenerse y desde luego, el mantenimiento constante de las mismas.

De igual manera áreas de descanso, con amplio estacionamiento, sanitarios, agua potable, recipientes para recolectar la basura, iluminación por las noches y teléfonos de emergencia.

Eso sin contar con la construcción y mantenimiento constante de carreteras alternas, para que los que no quieran hacer uso de las autopistas, por razones económicas o de cualquier otra índole hagan uno de ellas.

La imposición del tránsito obligado por las autopistas, no estoy muy seguro, pero creo que leí en algún libro, que viola nuestro derecho de libre tránsito. Ya que ningún gobernante, del nivel que sea, tiene la autorización de impedirlo o cobrar peaje por ello. Si algún conocedor del Derecho Constitucional, sabe con mayor propiedad de este asunto y tiene interés en dárnoslo a conocer que lo haga.

Ahora resulta que después de este fatal accidente, que por desgracia no es el primero, los diputados locales de los diferentes partidos, como siempre y en atención a sus muy personales intereses políticos-partidistas, en una muestra de su “gran preocupación” por este suceso, ya empezaron a encontrar culpables. Unos culpan al gobierno federal y otros al estatal.

¿Acaso no se ha dado cuenta esta caterva de inútiles, que una de sus primeras responsabilidades, dentro del ámbito de competencia de las comisiones legislativas estatales a ñas que están adscritos, está el buscar información, analizarla, supervisar minuciosamente todos aquellos problemas que afecten a sus representados y en consecuencia, promover y promulgar leyes que les den solución?

¡Claro que lo saben! Pero económica y políticamente les resulta más productivo el llevar agua a sus molinos personales y partidistas.

¡Pobres chihuahuenses, tan lejos de Dios y tan relativamente cerca de sus representantes populares!

Ciudad Juárez, Chihuahua. Julio 1º. Del 2008.

José Luís Elías García
El Hombre de La Mancha.
www.diogenes2008.blogspot.com

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