miércoles, 7 de julio de 2010

UNA MAS DE CAL, ¿CUANDO LLEGARAN LAS DE ARENA?

Esta mañana, abusando de su autoridad y con la prepotencia que les caracteriza, agentes federales que viajaban en la patrulla número oficial 10668, detuvieron al reportero del canal local de Televisa, David Fuentes y a su camarógrafo, cuando transitaban a bordo de una unidad de la empresa por las calles Constitución y Texcoco.
Según David Fuentes, los federales les marcaron el alto y en tono agresivo, manifestándoles que los detenían por una de tantas que les debían, ya que no informaban con la verdad, que manipulaban la información y en una actitud intimidatoria, les tuvieron detenidos cerca de una hora, hasta después de que los federales llamaron a unos elementos de vialidad, quienes dijeron que no había elementos para infraccionarlos y los dejaron ir,
Antes de retirarse los reporteros, uno de los federales prácticamente amenazó al camarógrafo al decirle: “después nos encontraremos en la calle y nos saludaremos”
¿Cuánto tiempo más los juarenses soportarán el seguir siendo ser víctimas de la violencia, no solo de los delincuentes, sino de estos prepotentes y abusones genízaros?, quienes con un gran costo económico pagado por la ciudadanía, se suponía que llegaron a esta ciudad para protegerlos de los primeros.
Porque es muy evidente que están resultando más caro el caldo que las albóndigas, puesto que no se percibe por ningún lado que su trabajo rinda los resultados que debiera. Al contrario, los delincuentes no solo no se han replegado, ya que “el insecticida” (el Operativo Conjunto Chihuahua), no ha provocado el efecto cucaracha tal como lo presumieron las autoridades federales encabezadas por Felipe Calderón.
La delincuencia organizada, como los virus o bacterias, cuando son contrarrestados con medicinas de mala calidad, está actuando con más virulencia y crueldad, dando como resultado el aumento de víctimas mortales, muchas de ellas inocentes, que las que cayeron antes de que estos policías de excelencia llegaran.
Felipe Calderón, así como cambio de adscripción al ex jefe de la Quinta Zona Militar, el general Jesús Espitia, a quien mandó a calentar un sillón como director del Campo Militar Santa Gertrudis en la ciudad de Delicias, Chihuahua, donde seguramente ocasionará menos daño del que causó como comandante en jefe del ineficiente Operativo Chihuahua, ¿por qué no se lleva a sus muchachitos a sus guaridas? (perdón sus casas) Seguramente también, los juarenses estarían más tranquilos y seguros.
¿Cuándo el presidente municipal José Reyes Ferríz (que por fortuna ya le queda muy poco tiempo al frente de esta, por su grandísima culpa, destrozada ciudad) asumirá la responsabilidad de ser él quien directamente responda a los juarenses de su seguridad, realizando un verdadera prevención de la delincuencia?
Ciudad Juárez, Chihuahua. Julio 1º. Del 2010. José Luis Elías García.

PERDIO DE NUEVA CUENTA CIUDAD JUAREZ, “EL TETO ALCANZO LA LIEBRITA”

No estoy de acuerdo con los resultados de la elección celebrada el día 4 de julio pasado, pero no tengo más que aceptar que los juarenses, aunque en mínimo porcentaje, del 35% de electores que acudieron a las urnas, de un promedio de 800 mil, es decir 280 mil, solo cerca de 150 mil votaron por los priistas en alianza con sus partidos satélites.
Sin embargo, esta mínima mayoría de juarenses ¿decidieron?, que Héctor Murguía Lardizábal, “El Teto”, de nueva cuenta los volviera a gobernar.
Tal como él lo declarara cuando no fue nominado para la candidatura al gobierno del estado de Chihuahua “me conformaré con la liebrita de la alcaldía de Ciudad Juárez. No solo se conformó, sino que la alcanzó, así que tendrán que soportar de nuevo el millonario despilfarro de dinero en los “tetokas”
En lo personal considero que esta expresión fue bastante ofensiva, una falta de respeto contundente, un menosprecio para la ciudad y sus habitantes, equivalente a “peor es chile y agua lejos” Lo cierto es que “el Teto” la correteo con mucho afán.
Contra lo que se esperaba, no fueron las amenazas de violencia que se rumoraba iban a incidir en la votación, propiciando por temor el abstencionismo, aunque sin superar el porcentaje del año anterior la gente salió a votar. En lo que observé del proceso, la jornada fue tranquila.
Pese a lo que digan los ganadores y aún los mismos panistas, no fueron César Duarte ni “El Teto” Murguía quienes ganaron por sí mismos. Fue, entre otras cosas, el rechazo absoluto al gobierno de Felipe Calderón, por los daños mortales que ha ocasionado en todo el país, especialmente aquí en ciudad Juárez y por el voto duro priista, superior al de los azules, lo que provocó se dieran estos resultados.
Ese voto duro de los dos partidos, cuyos electores, aún lo emiten a ojos cerrados, porque no han entendido que no deben tener miedo de votar por quien ellos mismos decidan. Creen que no obstante al estar en la intimidad de la casilla, alguien se va a dar cuenta por quien votan y le temen a las represalias.
Además de los millonarios recursos económicos que los terratenientes de Chihuahua y Ciudad Juárez (que habrán de recuperar, mínimo al mil por ciento), invirtieron para comprar “conciencias” con despensas, materiales de construcción, tortas, sodas y dinero en efectivo, solo por este último concepto, se rumoró que pagaron mínimo $ 500.00 por voto, para apoyar a “El Teto” y lograr que ganara.
Es imperativo, que para recuperar la seguridad pública, la social, la económica y la política en Ciudad Juárez, una vez que pasen la euforia y los festejos del triunfo electoral y tomen posesión de sus cargos, los juarenses asuman su ineludible responsabilidad de exigirles que cumplan con las promesas que hicieron, las hayan firmado ante notario o no. Dejar atrás la cómoda actitud de firmar cheques en blanco y posteriormente no exigir cuentas claras de cómo y qué lo gastaron.
Los juarenses, por respeto a las Instituciones y a los ciudadanos que votaron por ellos, debemos aceptar el triunfo de César Duarte como gobernador electo del estado de Chihuahua y de Héctor Murguía Lardizábal como presidente municipal de Ciudad Juárez.
Pero todos en conjunto, debemos exigir el cabal cumplimiento de las promesas que hicieron durante sus campañas políticas, promesas deben empezar a tener resultados desde el primer día de inicio de ambos gobiernos, dado que desde ese momento, empezarán a cobrar sus enormes salarios, que los juarenses pagan con grandes sacrificios.
Empezando por las promesas ofertadas, relacionadas con la inseguridad pública, ya que ni la ciudad, mucho menos los juarenses soportarán más tiempo este ardiente clima de la delincuencia, tanto del fuero común como del federal, manifestado con extrema crueldad y violencia, que con toda impunidad se ha venido dando.
¡Hagámoslo por Juárez y por nuestros hijos, nuestros nietos y por la ciudadanía en general!
Ciudad Juárez, Chihuahua. Julio 6 del 2010. José Luis Elías García.

ANALISIS DE LAS ELECCIONES EN CIUDAD JUAREZ.

Tal como sucedió en las elecciones del 2009, el abstencionismo estuvo presente este cuatro de julio pasado. Unos quedándose en su casa viendo el fútbol, aunque los mamarrachos de la selección se hayan quedado en “el si se puede”, mientras que unos pocos de los que sí acudieron, deliberadamente anularon su voto. Por cierto, la cantidad de estos votos fue superior a los que recibieron algunas de las sanguijuelas llamadas partidos minoritarios.
Contra lo que se esperaba, no fueron las amenazas de violencia que supuestamente se iba a desatar contra los que acudieran a las urnas a votar, a pesar de ellas, muchos lo hicieron. Ciertamente en número muy reducido, casi igual al año anterior, de acuerdo al listado nominal. Aún así, existen muchos ciudadanos responsables, conscientes de su obligación y derecho de votar y lo hicieron.
Una gran cantidad de los “candidatos triunfadores”, llegarán a ocupar sus cargos, habiendo sido electos por un máximo del 15% de los electores registrados. Es claro que un voto más que el obtenido que el contendiente le otorga el triunfo, ¿qué representatividad real y moral obtuvieron? Por eso hacen lo que les da gana, una vez que se sientan en su sillón o curul.
Con excepción de algunos triunfos panistas, buena parte de los lugares en donde hubo elecciones, fueron ganadas por los priistas, quienes presumen con voz engolada “arrasamos”
Pobres ilusos, el término arrasar, se aplica cuando se llevan todo y en este caso, de lo más que pueden presumir, es de haber obtenido un victoria pírrica.
Pese a lo que digan los ganadores y aún los mismos panistas, en Ciudad Juárez no fueron César Duarte ni “El Teto” Murguía quienes ganaron por sí mismos. Fue, entre otras cosas, el rechazo absoluto al gobierno de Felipe Calderón, por los daños mortales que ha ocasionado en todo el país, especialmente en esta ciudad y por el voto duro priista, superior al de los azules, lo que provocó se dieran estos resultados.
Ese voto duro de los dos partidos, cuyos electores, aún lo emiten a ojos cerrados, porque no han entendido que no deben tener miedo de votar por quien ellos mismos decidan. Creen que al haber recibido despensas, materiales para construcción, en algunos casos dinero y haber entregado la copia de su credencial de elector, que no obstante al estar en la intimidad de la casilla, alguien se va a dar cuenta por quien votan y le temen a las represalias.
Además de los millonarios recursos económicos que los terratenientes de Chihuahua y Ciudad Juárez (que habrán de recuperar, mínimo al mil por ciento), invirtieron para comprar “conciencias” con despensas, materiales de construcción, tortas, sodas y dinero en efectivo. Solo por este último concepto, se rumoró que pagaron mínimo $ 500.00 por voto, para apoyar a “El Teto” y lograr que ganara.
Con excepción de los pocos lugares en que ganó el PAN, otra razón fundamental para que se dieran la mayoría de los triunfos priistas, es que los panistas han perdido lo que hace años les daba esencia, presencia política, liderazgo y unión. Sus Principios de Doctrina y su Proyecto de Nación.
A partir de 1992 en el estado y del 2000 a nivel nacional, estos fundamentos que eran su razón de ser y existir, muchos panistas, especialmente los que han llegado a puestos de poder, los arrojaron al cesto de la basura, desde que fueron y se dejaron invadir por grupúsculos de poder como los muros, el yunque y los dhiacos, que a decir verdad están incrustados en todos los partidos políticos, pero se dejan notar más en el PAN. Demostrando también, que esos principios y falsa moralidad de los que antaño presumían, eran muy endebles y fueron subyugados por la corrupción que tanto le criticaban a los priistas.
En marzo 8 de 1987, durante la campaña del candidato panista a la presidencia de México, mi ex paisano, el ingeniero Manuel “El Maquío Clouthier del Rincón, asistí al Hotel de México, hoy, el Trade World Center, a un evento proselitismo organizado por el DHIAC (Desarrollo Humano Integral, A. C,), al que asistimos cerca de cuatro mil simpatizantes y por lo que me enteré, es un organismo que estudia y analiza la problemática nacional, sobre todo en las zonas más depauperadas y en base a ello, diseña estrategias para eliminar barreras como la pobreza, el hambre, la desigualdad de género, la sobre explotación de los recursos naturales, etc., que impiden alcanzar un crecimiento equitativo en las regiones más necesitadas.
Estas estrategias pretenden lograr y darle mayor importancia e implementar acciones tendientes a mejorar la educación, a hacer efectiva la igualdad entre los géneros, al cuidado y mejora del medio ambiente, así como la verdadera participación democrática ciudadana y a la cultura.
Pero como todas las ideologías, tanto políticas como religiosas, en el papel son excelentes; la aplicación práctica que se hace de ellas es lo que las echa a perder y hasta donde se ha visto, los dhiacos en el PAN, han focalizado sus actividades en acciones políticas que les de poder, control y satisfaga sus ambiciones económicas, muy ajenos a los intereses de los juarenses.
Esto ha ocasionado una serie de enfrentamientos, entre los pocos panistas que aún guardan ciertos rescoldos de sus principios doctrinarios y este grupúsculo, ocasionando divisiones que han llevado a la derrota política en los últimos procesos electorales.
A nivel nacional ha sucedido lo mismo, pero por su dimensión e influencia, con mayores repercusiones.
Con la llegada de Vicente Fox Quesada en el 2000 al gobierno de México, con las expectativas que despertó de un verdadero cambio en la forma de gobernar, y de su “firme” promesa de sacar a las ratas, las víboras prietas y teporacas de Los Pinos, los ingenuos mexicanos que votaron por él pensaron “Ya la hicimos, ahora sí, México saldrá del atraso en que lo hundieron los priistas por más de setenta años.
Pero Oh decepción, nada de esto sucedió. Al contrario, todas las esperanzas que Vicente Fox representaba con su llegada al gobierno mexicano se fueron al traste, pues a pesar de su impresionante altura, fue fácilmente manejable por su diminuta esposa, “Martita”, quien fue digna representante de todo lo que Fox Quesada prometió sacar del palacio y casa presidencial.
Para colmo de los males de los panistas, cuatro años después, Manuel Espino Barrientos (que hasta entonces, y durante la presidencia de Luis Felipe Bravo Mena, fungió como secretario general), llega a la dirigencia nacional del PAN, y las cosas fueron peor para este partido.
Este duranguense que se inició en la política en el estado de Sonora y posteriormente arraigado en Ciudad Juárez, desde donde su acenso político fue meteórico. Ciertamente fue presidente interino, para posteriormente, de humilde secretario general del comité municipal de Acción Nacional en esta ciudad hasta 1992, el 2004, llega a dirigente nacional de su partido, no sin antes haber fungido como jefe de la oficina Desconcentrada de Gobernación del estado de Chihuahua en este municipio por muy breve tiempo, al inicio de la gestión de gobierno de Pancho Barrio Terrazas, ya que muy pronto fue señalado por sus mismos compañeros de partido y por algunos propietarios de bares y cantinas, de exigirles a los segundos, cientos de dólares semanarios por dejarlos trabajar fuera de horario.
Después de un obligado ostracismo, fungiendo como oscuro burócrata, pero fogueándose políticamente Manuel Espino, reaparece como diputado federal plurinominal, cargo que desempeña en dos ocasiones, de 1994 a 1997 y en el 2001.
Así mismo fue delegado nacional en el Comité Ejecutivo Estatal en Sonora de 1996 a 1999, donde prácticamente acabó con la mayor parte de la membrecía de algunos comités municipales, corriendo a los verdaderos panistas que no estaban de acuerdo o se no plegaban a sus arbitrarias decisiones, a quienes tildó de “viejos acomplejados porque llegaron a su nivel de incompetencia”, quienes promovieron, según él, campañas para tratar con desprecio y despectivamente a quienes vienen de organizaciones como el DHIAC, de la COPARMEX (Confederación Patronal de la República Mexicana y de la USEM (Unión Social de Empresarios Mexicanos), en lugar de poner sobre la balanza, la dinámica de triunfo, que con su llegada imprimieron al PAN.
Espino Barrientos, licenciado en Administración de Empresas, egresado de la Universidad del Noroeste de Sonora, de filiación ultraderechista, al parecer en su juventud fue miembro del MURO (Movimiento Universitario de Renovación y Orientación) surgido en el estado de Jalisco, grupo fascista. Acusado también de ser Teco, otro movimiento estudiantil con gran influencia en la Universidad Autónoma de Guadalajara, confeso de ser dhiaco y señalado durante su dirigencia nacional como distinguido yunkista, organización nazi-fascista, es actualmente dirigente de otra facción de la iglesia católica ultraderechista, la Organización Democracia Cristiana de América.
Desde ese púlpito mundial, sin ninguna autoridad moral, Manuel Espino se ha erigido en rector de conciencia de los panistas, especialmente de Felipe Calderón, a quien acusa de imponer arbitrariamente dirigentes nacionales, candidatos a elección popular y de haber puesto en riesgo la seguridad nacional, al haber sacado a los militares de los cuarteles, en su absurda, selectiva y mortal guerra en contra de los narcotraficantes.
Ciertamente, Felipe Calderón, de quien fue muy cuestionado su triunfo electoral en el 2006. Más aún, ha dejado muy demostrada la falsedad de sus manos limpias, de ser el presidente del empleo y peor todavía de ser el asesino intelectual de miles de mexicanos, especialmente de juarenses, buena parte de ellos, víctimas inocentes, sin distingo de edad y sexo.
En cuanto Felipe llegó, al poder, con la ayuda de sus achichincles lame botas, empezó a trabajar para que aparte de presidente de México, convertirse en el primer panista del país, y al término de la gestión de Espino Barrientos, impuso al inútil y perdedor electoral, Germán Martínez, negándole la posibilidad de participar en la elección para dirigente nacional a un verdadero panista nayarita. A un reconocido profesionista, el doctor Issac Gamaliel del Real Chávez, con una larga trayectoria política nacional e internacional, además de un amplio curricular de servicio social comunitario, dentro y fuera de su partido.
Contra todos los deseos y aspiraciones de Felipe Calderón, quien creyó que con las atinadas acciones de Germán Martínez, el PAN se fortalecería ganando elecciones, sobre todo la del 2009 para diputados federales, y así, tener la mayoría necesaria para imponer a su arbitrio lo que le viniera en gana: este mamarracho, hecho a fuerzas dirigente nacional, no la hizo y fue corrido. Y como en la ocasión anterior, sin el consenso de los panistas, Felipe impuso a otro no menos inútil, el imberbe mental, políticamente hablando, César Nava Vásquez, que ni con los papeles en la mano, ha podido sacar un burro del rastro.
Eso sí, poseedor de una gran capacidad para disculpar sus errores políticos, con los que ha contribuido al desplome electoral de ese partido y es una completa desvergüenza de su parte, el que esté presumiendo de los triunfos en dos estados de la república, pues los candidatos que resultaron electos en los estados de Chiapas y de Puebla, así como los que contendieron en los estados de Durango y Veracruz, que bien pueden ser muy buenos, pero son políticos priistas reciclados por los panistas, evidenciando la carencia, real o ficticia de su capital político, para proponer auténticos partidarios, no silvestres como la mayoría, con muy honrosas excepciones que conforman hoy al PAN.
En el caso de los triunfos en los estados de Chiapas y Puebla, exijan a los ganadores, para que cumplan con las promesas de campaña que hicieron, mismas que despertaron expectativas de mejorar el actuar político y manera de gobernar, de honesta y decidida para terminar con la grave situación que padecen en sus estados y que los motivó a elegirlos. Los invito para que no permitan, como en el caso de “el baboso de la botas exóticas”, que se las pasen por el arco del triunfo y salgan peor que los que terminaran sus corruptas administraciones.
Estos triunfos panistas, como los de los priistas, son producto exclusivo de las absurdas alianzas con las rémoras, llamadas partidos políticos, que no son más que franquicias políticas otorgadas a sus corruptos propietarios y dirigentes, para medrar con el dinero que tanto sacrificio le cuesta ganar a los mexicanos y que vía pago de sus impuestos, les es entregado.
El peor de ellos, sin decir que los otros sean mejores, es Nueva Alianza, la franquicia otorgada por favores políticos a Felipe Calderón, realizados en el 2006 por “la mamá de Chucky”, la seudo maestra y corrupta dirigente del SNTE, Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, quien después de su pleito a muerte con Roberto Madrazo Pintado, en ese entonces presidente nacional priista, de quien era secretaria general, formó ese partidito, desde entonces por intereses económicos, con el gran poder que tiene sobre sus borregos, también mal llamados maestros, los obliga a realizar el trabajo sucio, hace alianzas con el mejor postor.
En una evidente incongruencia doctrinaria, en estas elecciones en algunos estados Nueva Alianza se alió con el PRI, “su enemigo” y con el PAN. “Primeros dineros harbano”
Estos partiditos, por la propia conveniencia económica de sus dirigentes, se alían a los partidos grandes, no para ayudar a la recomposición social y económica e implementar la democracia en el país, sino para no perder el registro, que prácticamente es la ubre de donde han mamado y maman insaciablemente entre una elección y otra, con sus alianzas pretenden mezclar el agua con el aceite, a sabiendas que estos dos productos no se mezclan, al agitarse solo se emulsionan, para posteriormente separarse, como ha sucedido con las alianzas anteriores.
Por cierto, al estar votando en la casilla que me tocó, escuché que algunos ciudadanos que acudieron a las urnas, preguntaban cómo votar, por lo confusión provocada en las boletas con estas alianzas.
Excepción hecha del Partido Acción Nacional y su a veces contra parte, el Partido Revolucionario Institucional, que han demostrado que necesitan de estos bules para ganarse uno al otro, el resto; Aún el PRD, Nueva Alianza, Convergencia, el PT y el PVEM, debieran desaparecer.
Ya que fehacientemente se ha demostrado que en México solo existe el bipartidismo, el resto de sanguijuelas políticas no son más que una enorme carga económica para los mexicanos y como se mencionó anteriormente, una patente de corso para enriquecerse personal, familiar y grupalmente.
Aunque sería imposible que lo aceptaran, pues de hacerlo iría en contra de sus propios intereses, los legisladores de ambas cámaras debieran trabajar para presentar un punto de acuerdo y legislar para solicitar al IFE que retire los registros a esos inútiles y costosos engendro políticos.
Con eso se reduciría cuando menos en un cuarenta por ciento el presupuesto partidario, que en tiempos de Vicente Fox, fue de cerca de cuatro mil quinientos millones de pesos, 10% por ciento superior al presupuesto para el programa social, fusilado del sexenio de Carlos Salinas, que implementó con otro nombre por él, Oportunidades. Superior también al presupuesto de otras importantes secretarías.
Así mismo, reducir aún más el monto que se les entrega por concepto de prerrogativas, que utilizan mayoritariamente en gasto corriente y en comprar votos, y no en fomentar como debieran la participación social y cívica de sus miembros, en aras de una verdadera educación y participación democrática, ya que la única enseñanza que reciben es la de cómo hacer tranzas y enriquecerse.
Este elevadísimo y vergonzoso presupuesto otorgado a los partidos, presuntamente fue para evitar que la narco delincuencia participara económicamente en las campañas políticas, como “lo hacía anteriormente. No tengo las pruebas del caso, pero es un secreto a voces que no ha sido posible evitarse.
Así mismo, que legislen para que se haga permisible la postulación y la participación de candidatos de la sociedad civil, por medio de las candidaturas independientes. Si esto fuera factible, tanto los mexicanos como los mismos partidos saldrían beneficiados, pues los segundos se verían obligados a realizar mejor su trabajo, a postular candidatos con antecedentes de su verdadero oficio político y espíritu de servicio a la comunidad, a la que pretendieran gobernar y representar.
Que los candidatos que presenten, realicen como antaño el contacto directo con los electores, sudando los calcetines, no apoltronados en sus sillones reposet, pagando las cómodas y costosas campañas mediáticas y las encuestas amañadas, a las que se han acostumbrado en los últimos años.
Esto le resultaría más económico al país, pues el costo por voto sería más barato y así, que la gran diferencia en miles de millones de pesos producto de esas reducciones, fueran destinados a áreas prioritarias, principalmente la de educación, para que este derecho, sea realmente laico y gratuito y no se siga medrando con la precaria economía de los mexicanos, con las elevadas cuotas de inscripción que los padres se ven obligados a pagar, además de la obligación para que vendan boletos de rifas y si no que los paguen. Así como el derecho a la salud, que según un comercial del IFE, al que todos los mexicanos tienen derecho.
Para que el Seguro Popular cuente con la infraestructura hospitalaria y el abasto necesario y suficiente de medicamentos y sea realmente efectivo, para que “los perjudiciarios” de este servicio no anden de Herodes a Pilatos mendingando atención y medicamentos en hospitales locales, que de suyo y por la inclemente violencia, siempre están sobre saturados.
En fin, pasado este proceso electoral, a los mexicanos solo nos queda la gran responsabilidad, de no conformarnos con considerarnos unos cumplidos ciudadanos por haber ejercido nuestro derecho y obligación de votar, que sin importar por quien hayamos votado, estemos de acuerdo o no con los triunfadores, que exijamos que del cheque en blanco que les otorgamos este cuatro de julio, nos rindan cuentas claras y que cumplan con sus promesas de campaña.
Ciudad Juárez, Chihuahua. Julio 7 del 2010. José Luis Elías García.