martes, 29 de julio de 2008

¿CUAL CONFIABILIDAD EN LOS EXAMENES?

¿CUAL CONFIABILIDAD EN LOS EXAMENES?

Juan Gallegos Acosta de 35 años, efectivo de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, fue detenido el día de ayer junto con cinco sujetos más; Jorge Manuel Oviedo de 22 años, José Luís Rodríguez Esparza de 22 años, Gabriel Calderón Calderón de 21 años, Rogelio Pérez Vidales de 20 años y Miguel Ángel Carrillo Corral de 18 años, presuntos sicarios comandados por el policía municipal.
A estos sujetos se les recogieron 14 rifles AR15 y AK47, más de dos mil trescientos cartuchos, 34 cargadores, entre ellos siete de disco. Cerca de dos docenas de chalecos antibalas, varios radios de comunicación. Una camioneta Mitsubichi Montero, un vehículo Toyota Solara y una camioneta GMC Yukón, color arena, todos con placas de Texas y con reporte de robo.

Hace poco más de dos meses que el ayuntamiento se gastó varios millones de pesos en adquirir un edificio por la calle Lerdo, para habilitarlo como espacio para que elementos de la policía federal con equipo especializado, llevaran a cabo los exámenes de confiabilidad a todos los policías municipales. Hasta la fecha, solo se sabe que diez y nueve elementos no pasaron esos exámenes.
¿Cuáles son las razones para que los juarénses (que son quienes a través del pago de sus impuestos, pagaron esos exámenes), después de tanto tiempo, aún no sepan el resultado final y sean informados en realidad con cuántos policías honestos y comprometidos con su trabajo en bien de la ciudadanía se cuenta? ¿Cuántos Juan Gallegos Acosta más, están comandando bandas de sicarios al servicio del crímen organizado?
¿Cuántas personas inocentes más, habrán de resultar víctimas mortales de este tipo de policías corruptos y asesinos, que aún siguen cobrando su sueldo y de alguna manera protegidos por las autoridades que no presentan el resultado final de esos, pomposamente llamados “exámenes de confiabilidad”?

Definitivamente. No hay ninguna razón para confiar en esas autoridades.

Por otro lado. ¿Cuánto tiempo más va a tardar en presentar a los juarénses el cacareado programa de seguridad, el mayor retirado del ejército y actual Secretario de Seguridad Pública Municipal Roberto Orduña Cruz?
En repetidas ocasiones en insistido en que como primera acción, tanto Guillermo Prieto Quintana en su tiempo, como Orduña Cruz, debieron hacer una revisión a conciencia de los expedientes de cada uno de sus subordinados, muchos de ellos amañados, como el del recientemente ejecutado en el interior de La Estación Cuauhtemoc, Javier Alarcón Ruiz, de quien posteriormente se supo que había sido secuestrador, que de no haberse filtrado esta información, hubiera sido sepultado con honores.
Por cierto, como es costumbre, de la investigación respectiva no se sabe nada. De seguro las autoridades investigadoras, están que el polvo del olvido, apostándole a “la corta memoria” de los ciudadanos u otro caso peor, lo borre de la lista de noticias de primera plana.

¿Cuántas personas inocentes hubieran salvado la vida, de no haber sido por estas deleznables omisiones, o corruptas comisiones?
¿Cuántos secuestros, cuántos asaltos a mano armada, cuántos robos de autos, a casas habitación, a bancos se hubieran evitado?

Y todavía, el grupo de levanta dedos de regidores priístas, a ocurrencia de José Reyes Ferríz, deciden pasar a La Secretaría de Seguridad Pública, la dirección del también pomposamente llamado Centro de Readaptación Social, dizque para mayor eficiencia, control y seguridad, cuando el actual secretario no puede ni controlar a los policías a su cargo.

A principio de este año, cuando empezaron con la publicidad para motivar a los juarénses para que acudieran a pagar el impuesto predial, sugerí que no lo pagaran, dado a cambio de ese impuesto, entre otros servicio que el municipio, obligadamente tiene que proporcionar, esta el de la seguridad pública, a través de la prevención de delitos, dado que la actualidad, están pagando la inclemente inseguridad que padecen.

A fin del año 2005, cuando el “Teto” Murguía intentó aumentar este impuesto. Solo, en una tienda de campaña, con un aparato de sonido, estuve por cincuenta y tres horas, me instalé atrás de Catedral, invitando a los que por ahí pasaban para que firmaran su inconformidad en contra de este aumento. Recabé 2781 firmas.
Resultado: No hubo tal aumento.

Si eso lo logré solo, claro, con el apoyo de los ciudadanos que aceptaron firmar. ¿Qué no podremos hacer, si unidos los miles de juarénses que nada tenemos que ver con la delincuencia y la corrupción, nos decidimos a presionar y obligar a las autoridades para que cumplan con su responsabilidad de administrar con honestidad nuestros impuestos y cumplir con lo que prometieron en sus campañas políticas, que bastante dinero costaron, o en su defecto, obligarlos a que se vayan a sus casas.

De última hora. Me llegó información no oficial, de que tanto Marco Antonio Moreno Torres, ex secretario de seguridad pública, Saulo Reyes Gamboa, ex director-narco-operativo de la misma secretaría, así como, el fugitivo policía Arcadio García, se les girado orden de aprehensión por el asesinato del adolescente Raúl Lara Navarrete, quien fuera perseguido fuera de los límites de la ciudad, para finalmente ser acribillado por Arcadio García, además de ocultamiento de pruebas y obstrucción de la justicia.
Honestamente no lo creo, pero espero que sea cierto, para que de una vez por todas, se siente un precedente en contra de estos corruptos.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Julio 29 del 2008. José Luís Elías García.

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