LA REFORMA ELECTORAL.

LA REFORMA ELECTORAL.

Entre lo satisfactorio de la reforma electoral que entra en vigor mañana sábado 17 de noviembre, es que los mexicanos dejáremos de ver los rostros hipócrita y sarcásticamente sonrientes como el que veíamos y en algunas partes seguimos viendo del “Teto” Murguía, que según un ex funcionario de su administración, comunicación social tuvo un sobregiro (yo diría un despilfarro) de ochenta millones de pesos por obligarnos a verlo por todos lados.

Repetidas veces he escrito que un producto entre más se publicita, menor es su calidad. En este caso bien se puede aplicar a los candidatos y luego gobernantes.

Si los actos de gobierno son buenos, así como la calidad de las obras que realizan son de buena calidad, Los ciudadanos lo reconocemos y de boca en boca lo damos a conocer. ¿Qué necesidad hay de despilfarrar tantos millones de pesos en publicitar la imagen del gobernante en turno y nivel, o en que se diga que “Nunca en veinte años se había construido tanta obra”? Obras que en la mayoría de los casos, antes de dos o tres años ya no sirven por la mala calidad con que fueron construidas. O funcionaros que después de concluir sus periodos de gobierno, son señalados por corruptos, como es el caso de Vicente Fox Quezada.

Dentro del presupuesto para este año, el gobierno federal incluyó cuatro mil quinientos millones de pesos para el rubro de comunicación social.

Con esa cantidad de dinero, bien pudieran construirse 450 aulas, tan necesarias para reducir un poco el rezago en infraestructura educativa.

O en el caso de la lucha contra el narcotráfico. Con ese dinero no habría necesidad de “pedirle frías” al gobierno estadounidense para continuar con ella, y no correr el riesgo de aceptar sus condicionamientos, ni de estar empinados ante ellos.

De igual manera, pudieran destinarse cuando menos, a la recuperación parcial de los daños ocasionados por los desastres “climáticos” en los estados de Tabasco y Chiapas.

Pero para ello se requiere tener sensibilidad política y responsabilidad social, cualidades bastante ausentes en nuestros gobernantes.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Noviembre 16 del 2007.


José Luís Elías García.
El Hombre de La Mancha.