viernes, 16 de noviembre de 2007

ELECCIONES EN EL PAN MUNICIPAL.

ELECCIONES EN EL PAN MUNICIPAL.

El Comité Municipal de Acción Nacional en Ciudad Juárez, desde 1992 (muy a pesar de los que puedan opinar sus contrarios, aunque muchos si lo han reconocido ante mí), como Sergio Háyen, no ha tenido otro presidente que realmente haya accionado y trabajado por mejorar las condiciones políticas del PAN.

Sergio trabajó arduamente para lograr lo que muchos juarenses anhelaban, que su, en ese entonces partido político, regresara al gobierno de la ciudad, e incluso por la cantidad de votos en Juárez, para que gobernara el Estado de Chihuahua.

Pero cometió un grave error, intentar que quien llegó al gobierno municipal Francisco Villarreal Torres y los regidores, se apegaran a la plataforma política diseñada y aprobada para gobernar y que cumplieran las promesas que durante la campaña se hicieron a los votantes.

Ese error lo pagó caro. Tanto que cuando intentó re elegirse como presidente, en la asamblea municipal en noviembre de ese mismo año, sus contrarios hicieron el milagro de que panistas muertos votaran, por tal de no dejarlo llegar y resultó electo el doctor Raúl García Acosta, incondicional del ya gobernador electo Francisco Barrio Terrazas.

En una de las primeras sesiones de cabildo presidida por Francisco Villarreal, el regidor priísta licenciado Payán Porras cuestionó la “transparencia” con la que iban a adquirir unos camiones de limpia y unas unidades para la policía municipal y propuso que se integrara una comisión de regidores para que supervisara la compra que se haría en Estados Unidos.

Los regidores panistas aceptaron la creación de la comisión, pero por “mayoriteo”, de ninguna manera aceptaron que Payán Porras formara parte de ella.

Al término de la sesión le dije al coordinador edilicio del PAN, Pedro Alvarado: Pedro, que mal actuaron políticamente. ¿Por qué, si como dijeron que la adquisición de esos vehículos será todo lo honesta posible, no permitieron que Payán Porras formara parte de la comisión que supervisaría la compra?

De haber sido así, el mismo Payán Porras no hubiera tenido motivos para cuestionarla.

Entonces Isidro Onofre Díaz, también regidor panista me respondió: “Elías, que sepan los pínches priístas quien manda en Ciudad Juárez desde hoy”

Ignorando su estúpida respuesta me dirigí de nuevo a Pedro Alvarado. “Pedro, la soberbia está reñida con la política y han sentado un mal precedente como gobierno panista”

Desde entonces, las sesiones de cabildo con honrosas excepciones han sido una vergüenza para los juarenses, por los pleitos y escándalos que ahí protagonizan los regidores de los diferentes partidos, por su falta de calidad moral, rectitud y oficio politico.

Aún así y no obstante que excepto nueve meses, el PAN siguió gobernando hasta el 2004. Como lo dijo Felipe Calderón hace años: Se ganaron elecciones, pero poco a poco se fue perdiendo el partido.

La razón es muy simple. Después del triunfo electoral del 92 las ambiciones personales se despertaron en buena parte de sus miembros, quienes conformaron grupos facciosos, que en conjunto dejaron de lado los principios doctrinarios que le dieron vida.

Estos grupúsculos que reconozco muy audaces, pero también muy perversos, avasallaron a los auténticos panistas, incluso por medio de sus hijos. A grado tal que tuvieron que aceptar su impotencia para sanear los daños que le estaban y siguen ocasionando a su partido.

José Posada Pompa (qepd), me lo dijo personalmente, cuando le pregunté: ¿Por qué, ustedes que son los fundadores no hacen nada? “No podemos hacer nada Elías”, me respondió con mucho pesar.

Estos grupos facciosos (adjetivo que la pléyade de antiguos panistas utilizaba para calificar a los priístas corruptos), a como de lugar tratan de imponer candidatos y cuando no lo consiguen, se incrustan en los primeros cargos de dirección del candidato ganador y lo hacen perder, como sucedió en la campaña pasada, con Sergio Pedro Holguín Lucero

No hace más de un mes que un buen número de panistas se manifestaron abiertamente como aspirantes a la dirigencia municipal del Partido Acción Nacional. Entre ellos, el dos veces diputado federal Elhíer Flores Prieto, la ex regidora Victoria Álvarez Chavre, el ex comunicador social de Gustavo Elizondo Aguilar, Mario Trejo. El sorprendido in fraganti en completo estado catarrín y muy prepotente, ex de asuntos internos Alejandro Ramírez, el doctor Manuel Rivero y el ex diputado local Abelardo Valenzuela.

Hoy me entero que después de las maniobras que desde hace quince años han sido práctica común(reconocidas por Elhíer Flores ante un radio comunicador), solo quedan el doctor Manuel Rivero y Abelardo Valenzuela, apoyados por los grupos que se han adueñado del partido.

Según los pronósticos, será Abelardo Valenzuela quien resulte electo.

Pero a cualquiera de los dos que llegara a la Presidencia del Comité Municipal de Acción Nacional, le preguntaría:

¿Qué sentirá ser presidente de un grupúsculo minoritario y con el constante acecho de los contrarios?

¿Con qué autoridad moral ejercerá su función de presidente, cuando para llegar al cargo, ignoró y aceptó que se manipulara y coaccionara a la mayoría de los miembros y “compañeros” de partido.

Seguramente continuarán las purgas internas que también se han hecho costumbre desde 1992, y cuando los representantes de medios de comunicación los cuestionen sobre esas purgas o deserciones responderán:
Las puertas del partido están abiertas para quien quiera irse.

Y es muy evidente que están completamente cerradas para los auténticos panistas.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Noviembre 16 del 2007.


José Luís Elías García.
El Hombre de La Mancha.

1 comentario:

Compadre Alentejano dijo...

Gostei do teu post.
Adelante.
Compadre Alentejano