domingo, 4 de noviembre de 2007

LA “NUEVA” DIRECCION DE TRANSITO Y VIALIDAD.

En cuanto tuve conocimiento del nombramiento que el Presidente Municipal José Reyes Ferríz hizo de quienes colaborarían con él en su gestión, por sus antecedentes. En mi editorial Nueva Administración 2007-2010 de fecha diez de octubre pasado, cuestioné a algunos de ellos, como al actual director de tránsito y vialidad, y los primeros resultados de su trabajo al frente de esa dependencia me han dado la razón.

Aclaro. No estuve de acuerdo con la decisión del presidente municipal en que se dejaran de usar los radares manuales por parte de los elementos de vialidad. Es una inversión que se hizo con recursos que los ciudadanos aportamos vía impuestos y deben estar a su servicio, haciendo uso de estos radares de manera adecuada, no como medio para extorsionar, en lugar de infraccionar a los que manejan con exceso de velocidad.

En la administración de Jesús Alfredo Delgado, conduciendo yo por la calle Elisa Griensen de la Colonia Independencia II, un elemento de tránsito trató de engañarme argumentando que yo conducía a exceso de velocidad. Cuando le pedí que me mostrara el radar para ver la lectura que había hecho al respecto se negó a hacerlo y no me dejé infraccionar. No lo hizo, porque el supuesto radar era una secadora de pelo.

Una muestra evidente de que el actual director de tránsito y vialidad no tiene capacidad para ese cargo o cuando menos la autoridad para ejercerlo, fue el escuadrón de motociclistas de tránsito que el día de ayer a mediodía, se apostaron bajo el Puente de Zaragoza del Boulevard Cuatro Siglos (hoy por capricho del ex presidente municipal Héctor Murguía), se llama Juan Pablo I)I, para intentar extorsionar a los conductores que por esa vía circulaban.

Además que en la horas de mayor tráfico vehicular, en donde hay pocos de los semáforos que funcionan, al menos dos tránsitos se ponen supuestamente a dirigirlo, que por su incapacidad o “mala leche”, lo que hacen es entorpecerlo, ocasionando el justificado disgusto de los conductores que ven afectados por esas estúpidas acciones.

Resulta “muy curioso” que ayer mismo pocas horas después de que esta docena de motociclistas, muy posiblemente estaban haciendo de las suyas, descuidando la vigilancia y prevención que deben proporcionar, dos vehículos circularon por varias cuadras a exceso de velocidad, incluso por la hoy conflictiva calle Pedro Rosales de León, donde finalmente, frente al Seminario de Ciudad Juárez, fuera acribillado una persona, frente a varios ciudadanos que por esa calle transitaban, se dijo que incluso unos gentes a bordo de una patrulla de seguridad pública se dieron cuenta, pero de inmediato metieron Las de Villadiego.

Estas sospechosas actuaciones tanto de agentes de tránsito como de elementos de seguridad pública, convierten en verdad los rumores que algunos de ellos han hecho, cuando se les ha cuestionado el por qué no actúan o no están presentes en los lugares en donde se dan levantotes y ejecuciones, cuando momentos antes se le ve “vigilando” esos lugares.

Su respuesta invariable ha sido. “Recibimos órdenes superiores para retirarnos o no hacer nada”

El sábado pasado, fui informado que los elementos que traen motocicletas o patrullas, desde hace tres meses están pagando reparaciones, desponchado y combustible de los vehículos que tienen asignados, porque la administración anterior, mucho antes se gastó el presupuesto.

De ser esto cierto. Están más que justificadas sus acciones de extorsión y corruptas. Alguien tiene que pagar por ello. ¿Por qué no la ciudadanía?

Ciudad Juárez, Chihuahua. Octubre 31 del 2007.


El Hombre de La Mancha.

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