miércoles, 30 de junio de 2010

MASACRE POLITICA.

MASACRE POLITICA.
La ambición desmedida por el poder político y económico, propiciado por el afán de dominio sobre los demás, hace cometer actos de barbarie de hombres y mujeres en contra de su misma especie. La historia nos cuenta de estos hechos, incluso desde antes de la colonización española, como las guerras fratricidas de la Independencia de México y de la Revolución Mexicana.
Aunque hubo un periodo de tiempo en que estas masacres menguaron un poco, tomaron nuevo auge en el sexenio de Miguel de La Madrid Hurtado, previo a las elecciones de 1988, cuando el dos de julio de ese año fueron asesinados dos seguidores del candidato presidencial Cuauhtémoc Cardenal Solórzano, después del cierre de campaña en Páztcuaro, Michoacán; cuando fueron asesinados (entonces no se acostumbraba decir “fue o fueron ejecutados), Francisco Javier Ovando, encargado del cómputo electoral del Frente Democrático Nacional y candidato a diputado federal, así como su inmediato colaborador Román Gil. Esos crímenes fueron una muestra de cómo sería el gobierno del candidato priista y espurio presidente Carlos Salinas de Gortari durante su sexenio.
El periodo de Carlos Salinas concluyó con el asesinato en un mitin en la colonia Lomas Taurinas, que prácticamente fue una encerrona, del candidato priista al gobierno de México Luis Donaldo Colosio Murrieta. Crimen que después de 16 años, únicamente se sabe que Mario Aburto Martínez, una de las copias del verdadero asesino, está recluido en el Penal de Alta Seguridad de La Palma, en Almoloya de Juárez, estado de México, condenado a 40 años de prisión.
El gobierno de Salinas puso el mal ejemplo, ya que durante el de Ernesto Zedillo, el perro siguió comiendo perro, pues los priistas siguieron exterminándose entre sí. Entre muchos más, primero cae asesinado el ex cuñado de Salinas de Gortari, el ex gobernador de Guerrero, Wilfrido Ruiz Massieu, y desaparece uno de los presuntos autores intelectuales, diputado federal Manuel Muñoz Rocha: que según versiones, contrató a los autores materiales por órdenes de Raúl Salinas de Gortari (“El hermano incómodo” de Carlos Salinas), quien a su vez estuvo preso buena parte del sexenio de Zedillo Ponce de León, para posteriormente salir libre, se dice también, que fue por arreglos bajo la mesa entre Carlos Salinas y el presidente del cambio panista, Vicente Fox Quesada.
Pocos meses después, el entonces sub procurador de la PGR, Mario Ruiz Massieu, comisionado por Ernesto Zedillo como fiscal especial para la investigación del crimen de su hermano Wilfrido, luego de huir de México, acusado presuntamente por desvio de fondos del gobierno, estando en libertad condicional, por las leyes americanas, “se suicida” en su departamento en los Estados Unidos.
En el actual sexenio que preside el panista Felipe Calderón Hinojosa, aunados a los miles de asesinatos de civiles, superiores a los ocasionados por las FARC en Colombia, y a los causados en las guerras de Afganistán e Irak, los crímenes de, y políticos (sin distinción de partidos), se siguen dando, muy especialmente en el estado de Tamaulipas, cuyo gobernador priista Eugenio Hernández Flores, tiene un saldo rojo subido en esta cuenta, pues el 29 de noviembre el año 2007, el ex presidente, ex diputado y nuevamente candidato, esta vez por el Partido del Trabajo (PT), a presidir el municipio de Río Bravo, Juan Antonio Guajardo Anzaldua, fue ejecutado, junto con cinco personas más, incluidos cuatro policías federales que fungían como sus guardaespaldas, días después de celebrada la elección de ese año.
Juan Antonio fue asesinado por haber tenido la hombría de denunciar quienes eran los operadores del Cartel del Golfo y como operaban sus miembros, que esa organización tenía y tiene infiltrados en el gobierno y los partidos políticos de esa entidad, así como el robo y venta de combustible procedente de la Cuenca de Burgos.
Esta denuncia la hizo a los medios de comunicación nacional, entre otros, en una entrevista telefónica con la periodista Carmen Aristegui, a quien le ofreció enviarle las pruebas, pero le quitaron la vida horas después de haber hecho esa denuncia; por lo que dichas pruebas no tuvo tiempo de enviarlas.
En la campaña electoral de este año, ya fue ejecutado un candidato panista a la presidencia de otro municipio y como si esto fuera poco, la mañana de antier fue ejecutado el candidato priista al gobierno del estado Rodolfo Torre Cantú, su coordinador de campaña, el diputado local Enrique Blackmore Smer y como en el caso de Juan Antonio Guajardo, tres de sus escoltas.
Es claro que la situación de extrema violencia que se padece en todo el país. A casi cuatro años de haber iniciado su gobierno Felipe Calderón Hinojosa, muy especialmente en los estados de Tamaulipas, Chihuahua y Sinaloa, ha generado un campo propicio para que las diferencias y venganzas por cuestiones políticas, bien puedan ser satisfechas por los directamente afectados, a fin de cuentas que hay miles de económicos sicarios a quienes echarle la culpa.
No sin antes blindarse con mayor número de guaruras, brindándose una costosa seguridad que reciben la gran mayoría de los mexicanos, Calderón Hinojosa, tuvo el cinismo de convocar a que todos hagamos un frente común contra la delincuencia, de la cual forman parte muchos de los elementos policíacos de la diferentes corporaciones, federales, estatales y municipales.
Lo curioso es que Felipe Calderón no hizo un solo planteamiento concreto, como hubiera sido, el que los elementos que componen los operativos conjuntos, verdaderamente trabajaran conjunta y coordinadamente, que demostraran la inteligencia de la que tanto presumen, pero sobre todo, que no fueran corruptos y cómplices, de quienes presuntamente combaten
Horas después de este hecho delictivo, me llegó información en la que se culpaba a los panistas de este deleznable hecho. Mencionando que Miguel Ángel Yunes, cachanchán de la mamá de Chucky y candidato a gobernador de Veracruz por el PAN y en otra parte, argumentando que actuaron en venganza por la ejecución del candidato a presidente municipal de su partido.
La cruel, vergonzosa y muy deprimente situación de violencia social y política que se vive en el país, así como la ambición desmedida, política y económica de algunos actores, no da margen a meter las manos al fuego por ningún político o gobernante.
Por lo que a los mexicanos solo les resta rezarle a El Creador, para que los agarre confesados, si por desgracia llegasen a caer víctimas inocentes en una refriega a balazos.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Junio 30 del 2010. José Luis Elías García.

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