lunes, 21 de junio de 2010

FUNCIONARIOS, POLITICOS Y EL NARCO.

FUNCIONARIOS, POLITICOS Y EL NARCO.

Este fin de semana fue detenido en Las Vegas, Nevada, del empresario chihuahuense de 35 años de edad, Jaime Galván, por el delito de lavado de dinero.

Nieto del General de División del Estado Mayor Presidencial Félix Galván López, que fue Secretario de la Defensa Nacional en el sexenio presidencial de José López Portillo, de triste memoria.

En su tiempo se rumoró que como secretario de la SEDENA, los militares de alto rango, qué decir de los inferiores, estuvieron muy activos en su relación con el narcotráfico, quizá siguiendo el ejemplo del corrupto y asesino, quien por ser un pandillero, amigo de la juventud de López Portillo, lo nombró primero como jefe de seguridad pública del Distrito Federal, para luego, en base a sus logros en esta dependencia, lo hizo general de división, ofendiendo la dignidad del Glorioso Ejército Nacional. Incluso López Portillo, influyó para que fuera nombrado Doctor Honoris Causa por la UNAM, el nefasto sonorense, Arturo “el Negro” Durazo.

Jaime Galván, quien con su padre del mismo nombre, ha creado un gran imperio económico (es dueño de varios ranchos ganaderos, de un jet particular, una empresa de maquinaria pesada, además de una empresa de productos lácteos, por lo que era considerado como un fabuloso empresario deliscience). Con esta detención se explica de donde provinieron los recursos para crear este imperio.

No es posible establecer comparaciones, pero el deliscience Jaime Galván, cercano colaborador de su paisano, el gobernador del estado José Reyes Baeza, al igual que Saulo Reyes, director operativo de Seguridad Pública Municipal en el trienio del nuevamente candidato a la presidencia de Ciudad Juárez, Héctor “El Teto” Murguía, es otro funcionario más que se vincula con la narco delincuencia, que como con Saulo, no tarda en saltar Reyes Baeza, para hacer declaraciones a los medios de comunicación, para asegurar que no lo conoce y en todo caso, que algún organismo empresarial se lo recomendó.

Esta detención, como la de Greg Sánchez, ex presidente municipal de Benito Juárez y ya también ex candidato perredista al gobierno de Quintana Roo, detenido por vínculos con el narcotráfico y lavado de dinero, demuestra claramente que la delincuencia organizada ha infiltrado a los gobiernos de los tres niveles hasta el tuétano.

¿Cuándo entonces, van a ser, si no eliminadas, cuando menos reducidas sus acciones corruptas y mortales, que tienen casi a todos los habitantes del país en constante zozobra por el terror que representa, el estar constantemente en riesgo de perder la vida por una bala perdida y que a México se le considere un estado fallido.

¿Cómo se va a restablecer el clima de seguridad y tranquilidad pública que antaño se disfrutaba en nuestra Nación, cuando muchos de quienes tienen la gran responsabilidad de otorgarlas, están relacionados muy estrechamente con los delincuentes?

Definitivamente no será con los ineficientes operativos militares y federales implementados de manera absurda por Felipe Calderón, ni con los constantes cambios de razón social de los mismos, de las “estrategias”, mucho menos con la inteligencia policíaca que tanto presumen, pero que no se ve por ningún lado.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ha documentado que el uso de drogas y alcohol por algunos de los militares que participan en dichos operativos, son causa primordial de la violación de los derechos ciudadanos. Lo curioso y muy sorprendente, es que estas substancias que despiertan sus instintos animales, no ciegan su inteligencia para “simular enfrentamientos o ataques de los delincuentes, siembra de droga en las casas que son cateadas sin la correspondiente orden girada por autoridad competente, o en los vehículos que son detenidos en los ilegales retenes, cuando los conductores no se mochan para la soda”

De la misma manera, las violaciones sexuales, sin importar el sexo de la víctima, los asesinatos de personas inocentes, como fue el caso de los menores Martín y Brayan Almanza Salazar, de nueve y cinco años de edad, asesinados el tres de abril pasado, cuando viajaban en la camioneta de la familia, rumbo a una playa de Matamoros, Tamaulipas.

En esa ocasión La SEDENA, en el parte informativo relacionado con estos crímenes, aseguró que los menores murieron en un fuego cruzado en un enfrentamiento entre las fuerzas castrenses y un grupo de sicarios.

Algo similar a lo ocurrido a dos estudiantes de excelencia en Nuevo León, en el interior del Instituto Tecnológico de Monterrey, en donde se armó un escenario, en el que a un lado de los cuerpos, se veían armas de alto poder, como si las víctimas las hubieran usado, para así justificar su asesinato.

Incluso se denuncia que han ocurrido asesinatos de sus mismos compañeros de armas, con los que tienen diferencias por la manera de actuar o por inconformidades en el reparto de los botines obtenidos en los saqueos o robos que logran en esos ilegales cateos que realizan, contradiciendo el dicho de que “perro no come”

C. Presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa, a riego de que se me considere que estoy a favor de la delincuencia organizada, regrese a los militares a los cuarteles, llévese a los federales de Chihuahua, especialmente de Ciudad Juárez, estábamos mejor sin ellos, aparte de que salía más económico.

Total, ya está entronizado en Palacio Nacional y nada se puede hacer, excepto que termine su sexenio, para que salga de ahí.

No es con más muertos como va a justificar su llegada a Presidente de México.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Junio 21 del 2010. José Luis Elías García.

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