viernes, 12 de diciembre de 2008

UNA EVIDENCIA MAS.

UNA EVIDENCIA MÁS.

En base a las pruebas de ADN realizadas a los restos encontrados en una casa ubicada en la zona del Ajusco en el sur de la Ciudad de México, se confirma el deceso de Silvia, hija de la familia Nelson Vargas y Silvia Escalera, quien fuera raptada hace poco más de quince meses, cuando se dirigía a su escuela.

Estos aproximadamente 460 días, fueron de constante zozobra, de incontenible dolor y todo un vía crucis que la familia Vargas Escalera tuvo que pasar, para finalmente constatar el fallecimiento de su preciosa hija, quienes dentro de su gran pesar, hoy tienen la certeza que está descansando en brazos de El Creador, cuyos designios deben ser aceptados.

Por experiencia propia, sé que ninguna palabra dirigida a estas dos personas en estos momentos puede paliar su enorme pena. Sin embargo no pudo sustraerme, para que mediante este espacio, enviar en nombre de mi familia y el propio, un fuerte abrazo, nuestra solidaridad y muy sentidas condolencias por tan irreparable pérdida.

Pero eso no es todo. De igual manera y con toda la firmeza de la que dispongo, elevo un contundente reclamo hacia las autoridades, que en su momento el señor Nelson Vargas dijo en su manifiesta y justificada desolación, que tenían poca madre por su, cuando menos negligencia, al atender la investigación de la desaparición de su bella hija, que como en el caso del asesinato de mi hijo Carlos Alberto, mediante investigaciones propias y a tiempo, proporcionó elementos para que hicieran algo, que bien pudieron evitar este triste final, no obstante ello fue ignorado.

Y solo, cuando en una de sus últimas acciones al colocar la camioneta de su hija Silvia en el lugar de donde fue secuestrada, provocó que un sujeto recluido en un penal, declarara haber sido testigo del asesinato de una jovencita, lograron dar con la casa en donde fue sepultada y posteriormente fueron exhumados sus restos.

Estos fatales resultados, es una evidencia más de la negligencia, incapacidad y corrupción de las autoridades, quienes tienen la ineludible responsabilidad de garantizar la seguridad pública a los mexicanos en todo el país.

¿Cómo es posible que con todo cinismo y a elevados costos para la ciudadanía mexicana, el gobierno de la República siga publicitando de manera exagerada, que las acciones que están llevando a cabo en contra de la delincuencia organizada han sido efectivas y positivas, así como las amañadas estadísticas con excelentes resultados que la realidad cotidiana desmiente contundentemente?

¿Acaso el Presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa, piensa que con otorgar un reconocimiento post mortem al menor Fernando Martí por haber sido sacrificado, resuelve el grave problema de la inseguridad y la ingobernabilidad que la falta de una verdadera, hoy carente inteligencia en dichas acciones ha provocado?

El día de ayer, en el marco del 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, promulgada el 19 de diciembre de 1948, ante los muy cuestionados por su ineficiencia, el Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, el titular de la Procuraduría General de la República, Eduardo Medina Mora y el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos humanos, José Luís Soberanes; Calderón señaló:

“La acción del gobierno ha estado enfocada, precisamente a transformar una realidad de impunidad y de corrupción en una realidad de leyes y derechos que se hagan vigentes”

“Es un compromiso de largo plazo que atiende lo urgente, pero también atiende lo importante, y que requerirá, desde luego, tiempo y recursos, como lo es la depuración y el fortalecimiento de los cuerpos policíacos, porque sabemos que el origen de las muchas violaciones a los derechos humanos, está precisamente, en la propia autoridad, porque sabemos que no podremos desterrar a la delincuencia si no la sacamos primero de nuestra casa”, reconoció Felipe Calderón.

Curiosamente, estas palabras del presidente, son las mismas que dijo Genaro García Luna en una entrevista concedida al dueño de Organización Editorial Mexicana, Mario Vázquez Raña. ¿Quién es el ventrílocuo, quien es el monigote?

C. Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, independientemente de que a los mexicanos les preocupa la tardanza para que esa urgente y tan cacareadas depuración y fortalecimiento de los cuerpos policíacos se lleve a cabo; barriendo la escalera de la propia casa, de arriba hacia abajo, como debe hacerse, más les preocupa, la gran cantidad de vidas que habrán de perderse, antes de que eso suceda.

¿Cuántas Silvias y cuántos Fernandos habrás de ser secuestrados y asesinados para que ese compromiso de largo plazo sea una realidad?

Ciudad Juárez, Chihuahua. Diciembre 12 del 2008. José Luís Elías García.

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