lunes, 6 de octubre de 2008

SI YO FUERA GOBERNADOR.

SI YO FUERA GOBERNADOR.

El periódico Noroeste de Culiacán, Sinaloa, en su foro, invita a sus lectores a opinar que harían en el caso de ser gobernador del estado de Sinaloa.

Mi opinión. Limitada por razones de espacio en ese medio fue:

En principio, tendría muy buen cuidado en elegir a quienes colaboraran conmigo y no aceptaría recursos del narco para la campaña.
Segundo.- Ejerciendo el Poder Soberano del Estado, pediría a la Secretaría de Hacienda, que tiene información privilegiada, los números de las cuentas bancarias de los narcotraficantes (los gobernadores de los estados, saben quienes son ellos), y exigiría que les fueran incautadas para mermar la capacidad de sus acciones delictivas.
Tercero.- Como la máxima autoridad en el estado, con la gran responsabilidad de todo lo bueno y lo malo que suceda dentro de su territorio, sobre todo la de garantizar la seguridad e integridad física, así como la de los bienes legalmente tutelados de los gobernados. No alegaría falta de competencia, “tirando la bolita”, para no actuar en contra de quienes atentaran en contra de ellos.

En este espacio añado lo siguiente:

No se requiere ser un genio-todólogo para ser un buen gobernante. Solo se necesita un poco de inteligencia para elegir a las personas adecuadas y capaces en las diferentes especialidades para dirigir las dependencias estatales (o del nivel que sean), para que coadyuven a realizar un buen trabajo a favor de los gobernados. Exigirles eficiencia, eficacia y honestidad, predicando con el ejemplo.

Cuarto.- Respetando el Artículo 115 Constitucional. Invitaría a los presidentes municipales, sin importar su procedencia partidista, para que asumieran la misma responsabilidad y actuaran en función de ella. Les regresaría las dependencias que dicho artículo señala deben ser manejadas por los municipios, así como los recursos que vía impuestos recaudan, de manera justa, para su verdadero fortalecimiento municipal.
Quinto.- Propondría la modificación de la ley electoral en el estado, para que tanto el, o la procuradora de justicia, el jefe policiaco, los magistrados y jueces estatales, en base a sus historiales de servicio y honestidad, fueran electos mediante ternas presentadas por la ciudadanía, o a través de la sociedad civil, garantizando la verdadera división de poderes.
Sexto.- A estos funcionarios ya electos, les solicitaría la depuración del personal que estaría a su cargo, mediante verdaderos exámenes de confiabilidad, que satisficieran los perfiles de honestidad, capacidad y eficiencia, pero sobretodo, con un verdadero espíritu de servicio para la comunidad.
Séptimo.- Considerando que el gobernador del estado es solo gestor y facilitador, no el creador de empleos como muchos presumen en sus informes de gobierno, propiciaría las condiciones para que las dependencias del ramo a mi cargo, redujeran y agilizaran los engorrosos trámites, para que quienes tuvieran interés en la creación de empresas y generar los empleos que la población demanda, lo hicieran con la mayor facilidad y confiados en que contarían con el apoyo del gobierno para su loable labor.
Octavo.- Y más importante. He escuchado a algunos políticos que resulta muy caro educar. En la actualidad la experiencia nos señala muy firmemente que ha salido más caro y mortal no hacerlo. ¿Cómo tener autoridades, funcionarios, policías y ciudadanos dignos de ese nombre, si no reciben la educación adecuada, además basada en los principios universales, si de niños y jóvenes no la reciben?
Por lo que el renglón prioritario del gobierno que encabezara, sería el de la educación en todos sus niveles, especialmente en los niveles básicos y medios, exigiéndoles a los maestros responsables de ello, mediante salarios, prestaciones y promociones justas, la optimización de su trabajo para mejorar el nivel educativo de sus alumnos.
Noveno.- Los recursos públicos que se derrochan en incrementar vergonzosamente los salarios de las autoridades y funcionarios públicos, que hasta ahora no han rendido beneficios a los ciudadanos, se invertirían en construir la infraestructura educativa, así como los espacios para la recreación y cultura de los habitantes, para una sana y armónica convivencia.
Décimo y último.- El periodo de gobierno, tanto mío, como el de mis colaboradores, sería dedicado al máximo, a cumplir cabalmente con la ineludible responsabilidad que nos fuera otorgada en esta encomienda; sin permitir que yo o ellos, pensáramos en abandonar la trinchera, para aspirar a un cargo de mayor jerarquía y dinero, como acostumbran los políticos actuales.
Este conjunto de propuestas, sería la promesa a cumplir en el hipotético caso de que yo fuera gobernador, sin necesidad de firmarlo ante notario público. Soy hombre que cree firmemente en lo siguiente: El hombre que no sostiene la palabra que empeña, no merece el privilegio de ser llamado así.
Ciudad Juárez, Chihuahua. Octubre 6 del 2008. José Luís Elías García

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