lunes, 13 de octubre de 2008

LA CNDH Y LA PGR.

LA CNDH Y LA PGR.

Este fin de semana Ciudad Juárez se vistió de gala, al contar con la presencia del obdusman José Luís Soberanes, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), quien vino como “magistral conferencista” del Instituto Internacional del Derecho y del Estado, de seguro otro inútil membrete, ¿cuáles derechos humanos, cuál derecho, cuál estado?

En principio. Si los gobiernos tanto el federal, los estatales como los municipales, con sus respectivas autoridades policíacas, actuaran conforme a derecho, apegadas estrictamente a la ley, las comisiones de derechos humanos en sus tres niveles, así como las organizaciones no gubernamentales, no tendrían porque existir. Estas últimas surgieron presuntamente para llenar los espacios vacíos dejados por las autoridades, incluso reclamar y denunciar los abusos de las autoridades mencionadas, como son los casos de federales y militares que han incurrido en allanamientos de morada, cateos sin la orden de juez competente, robos y saqueos de casas habitación, hechos de torturas, asesinatos, etc., y exigir que los responsables de ellos fueran llamados a cuentas y en su caso, sometidos a procesos penales.

Pero por sus nulos resultados es muy evidente que algunos de los representantes de estos organismos, como es el caso de José Luís Soberanes, han sido cooptados económicamente por las autoridades con presupuestos millonarios para realizar sus actividades “derecho humanistas”, con los que han comprado su falta de eficiencia, su silencio y no los tocan ni con el pétalo de una rosa, a menos que quieran más dinero, les dan una ligera raspadita.

El único caso del que se tiene información y que obtuvo resultados es el proceso que llevó a cabo la Comisión de los Derechos Humanos del Distrito Federal en contra de policías capitalinos, por las muertes que ocasionaron en una “revisión” en el antro New’s Divine, cuya investigación, que aún continua, la llevó a cabo el presidente de la misma, Emilio Álvarez Icaza y sus colaboradores.

En cuanto a las Ong’s, es sabido que muchos (as) de sus representantes, no solo no han cumplido con los objetivos para las que fueron creadas y que han recibido miles y en algunos casos millones de pesos de organismos nacionales e internacionales, que han utilizado en su beneficio personal, adquiriendo bienes muebles e inmuebles o realizando viajes al extranjero, en donde presentan programas y solicitan más recursos, programas que no realizan. Es decir, lucran con el dolor de las personas a quienes dicen representar y apoyar y en el mejor de los casos, solo les entregan migajas de lo mucho que reciben.

Respecto a la PGR, cuyos delegados se han enriquecido insaciablemente, algunos de los cuales, por estar coludidos con los integrantes de la delincuencia organizada, por propia conveniencia o temor, no actúan en contra de ellos. Esta dependencia se encuentra hoy a cargo del Procurador Eduardo Medina Mora, cuya principal función es la de atraer, atender y resolver los casos del fuero federal, cuando menos los relacionados con el narcotráfico y las miles de ejecuciones (que en los primeros diez meses de este año suman varios miles), en los que se han utilizado armas de grueso calibre, de uso exclusivo del ejército, la marina y las fuerzas armadas.

Esa falta de acción eficiente para atacar estos graves problemas, que solo ha contribuido para que la impunidad con la que operan los sicarios día y noche, realizando múltiples ejecuciones, impere en casi todo el país, ¿se deberá a las fricciones políticas, o a saber a que otros intereses mezquinos, que tiene con Genaro García Luna, el multidenunciado como protector de delincuentes, miembros de la policía federal que éste último tiene a su cargo?

¿Quién realmente es García Luna, que peso específico tiene, para que incluso Felipe Calderón lo siga manteniendo en ese puesto tan importante? ¿Será la versión masculina de Elba Esther Gordillo?

Al evadir Eduardo Medina Mora y sus delegados olímpicamente esta responsabilidad, dejando esta pesada carga a las autoridades de los estados y municipios, quienes de por sí, por razones legales son incompetentes, además de que muchas de ellas, están infiltradas y coludidas (por y con la misma delincuencia), pone a los chihuahuenses en total estado de indefensión.

Resulta inaudito, que a pesar de la presencia en Ciudad Juárez de cientos de policías federales y militares, y más que están llegando, integrantes del Operativo Conjunto Juárez, quienes presumen contar con unidades de inteligencia especializada para realizar una eficiente labor en contra de la delincuencia organizada, la actividad de sus sicarios está totalmente fuera de control. Nada menos en este fin de semana, realizaron con toda impunidad treinta ejecuciones en contra de personas de ambos sexos y diferentes edades.

El gobernador del estado José Reyes Baeza, que ya no siente lo duro sino lo tupido por estos hechos delictivos, ya tronó en contra de la PGR y el inútil delegado de la misma, Héctor García Ramírez y amenazó con hacer llegar un fuerte reclamo por esta anómala situación ante el presidente Felipe Calderón.

Por su parte en Ciudad Juárez, el presidente José Reyes Ferríz tiene varias semanas cacareando que cerca de cuatrocientos elementos policíacos serán despedidos, por haber traicionado a la ciudadanía, al haberse aliado con delincuentes, esto en base a los exámenes de confiabilidad, que a principio de año les fue practicado a los miembros de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal por autoridades federales, y hasta el día de hoy, estos delincuentes con placa siguen cobrando religiosamente sus salarios y lo que es peor, delinquiendo. Aunque algunos de ellos han sido levantados o ejecutados. De ninguna manera es justificable esa inacción, esa evidente protección para ellos. ¿Será que Reyes Ferríz también tiene cola que le pisen en ese sentido?

Ciudad Juárez, Chihuahua. Octubre 13 del 2008. José Luís Elías García.

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