miércoles, 1 de octubre de 2008

¿OTRO FOBAPROA?

¿OTRO FOBAPROA?

En los últimas semanas ha surgido una grave crisis financiera de los bancos y compañías de seguros en los estados Unidos, que como en todos los casos y como se dice: “basta que a Estados Unidos le de una gripa” para que en México, sus habitantes, sobre todo los más jodidos, sufran una pulmonía de pronóstico reservado.

Para solventar esta crisis económica, la peor sufrida desde 1929, según el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, era necesario llevar a cabo un rescate bancario por setecientos mil millones de dólares, propuesta que como iniciativa George W. Bush hizo llegar al Congreso de su país; misma que fue rechazada el 29 de septiembre, con 208 votos en contra y 205 a favor. Incluso congresistas republicanos se unieron a los demócratas para obtener esa mayoría. Los republicanos prácticamente le dijeron a George Bush, no confiamos en ti para que sigas manejando el dinero de los norteamericanos.

El presidente Bush, quien en su gran megalomanía y desmedida ambición por aumentar su ya de por sí enorme fortuna familiar, relacionada con el petróleo, y las de sus cómplices, inversionistas y fabricantes de armamentos sofistificados, no ha tenido empacho en derrochar miles de millones de dólares en una guerra absurda como la de Irak, que ha ocasionado cientos de pérdidas de soldados americanos, buscando adueñarse del petróleo de ese país.

Hoy muy desesperado George Bush dice que por la seguridad financiera de los estadounidenses “el Congreso debe actuar, ya que la economía americana “aguarda medidas decisivas de parte de nuestro gobierno” pues de no ser así, Estados Unidos sufrirá perjuicios “económicos dolorosos y duraderos”

El rechazo a la iniciativa presidencial provocó que la Bolsa de Valores de Nueva York, al registrar una caída cercana al 7%, perdiera 1.2 billones de dólares, casi el doble de lo que se había solicitado para el rescate financiero. Pérdida que repercutió en las bolsas de valores del mundo y por ende en la Bolsa de Valores de México; que según el Secretario de Hacienda Agustín Cartens, no representa ningún problema para nuestro país, dado que México está preparado para cualquier contingencia económica. Sin embargo, el peso se devaluó y el tipo de cambio es de 11.17 pesos por dólar y la plantas maquiladoras ya están “descansando” a miles de sus empleados, por lo que es muy posible que si el Congreso americano, como espera George Bush, no aprueba esos setecientos mil millones de dólares para rescatar la economía de ese país, la tasa de desempleo en México aumente aún más, contrario a la promesa de Felipe Calderón de crear un millón de empleos por año.

La práctica del inclemente capitalismo especulativo con el que operan los dueños del gran poder económico mundial, tiene sometidos a los gobernantes de todos los países del orbe, quienes en su enorme afán de poder y lucro económico, no les importa vender su alma al Diablo, ni los daños de toda índole que con ello ocasionen a quienes prometen gobernar con honestidad y eficiencia.

Estos capitalistas golondrinos viajan por todo el mundo, en la busca de los mejores veranos económicos, en donde invierten millones de dólares y a la primera señal de alarma, no sin antes haber obtenido enormes dividendos, retiran su dinero y huyen despavoridos, ocasionando graves desequilibrios en las economías de los países donde anidan temporalmente.

Hace cerca de treinta años tuve la oportunidad de leer el libro Los Protocolos de Los Sabios de Sión, presuntamente un panfleto aparecido en la Rusia zarista, escrito al parecer por un judío renegado, quien narra acerca de una conspiración judía para hacerse del poder mundial.

Entre uno de los acuerdos que fueron tomados en esa cumbre judía, recuerdo uno que más o menos decía: “En los países subdesarrollados buscaremos entre sus políticos a quien tenga algo oscuro en su pasado, lo haremos gobernante, le prestaremos nuestro dinero hasta agotar su capacidad de pago, lo tendremos sometido a nuestras órdenes, y por este medio nos adueñaremos de esas naciones”.

Haya sido cierto o no esa reunión cumbre y los protocolos emitidos en ella, la realidad actual no está muy alejada de esa “fantasía literaria”

Lo que también es muy cierto, es que los grandes inversionistas, dueños o directores de bancos u otro tipo de empresas, judíos o no, compran acciones de las mismas con dinero de los ahorradores o de los accionistas sin capacidad de decisión. Estos sujetos, con la información privilegiada que tienen y les llega antes de que los demás se enteren, si perciben algún riesgo para sus personales intereses económicos, de inmediato los retiran y los ponen a buen recaudo, se declaran en quiebra y luego solicitan a los gobiernos, que, “para evitar un desastre que dañe la economía del país y sus ahorradores, es necesario rescatar los bancos y otras empresas que están en peligro por los vaivenes económicos mundiales”

Algo similar fue lo que ocurrió a fines del gobierno del ex presidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León, quien nos dejó la “maldición gitana del Fobaproa”

El que ese vival se encuentre en los Estados Unidos, ¿será la razón de ese inminente Fobaproa americano?

Ciudad Juárez, Chihuahua. Octubre 1º. Del 2008. José Luís Elías García.

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