martes, 25 de marzo de 2008

EL COCHINERO DEL PRD

EL COCHINERO DEL PRD.

El pasado domingo 16 de marzo, el Partido de La Revolución Democrática llevó a cabo la elección para presidente de sus comités nacional, estatal y municipal dentro de una serie de anomalías, denuncias y descalificaciones entre unos y otros de los contendientes; a grado tal que su otrora “líder moral” Cauhtémoc Cárdenas Solórzano pidió que se anulara ese cochinero de elección.

Hasta el día de hoy 24 de marzo a las doce de la noche, los mexicanos a quienes el PRD, como el resto de los partidos nos cuesta millones de pesos, aún no sabemos quienes dirigirán en los diferentes niveles al PRD.

Ese engendro híbrido de partido político que surgió en 1989 como una mezcla de chile, de dulce y de manteca, que al contrario de los tradicionales tamales jamás ha logrado amalgamarse de manera que surja un producto más o menos aceptable por la diversidad de los intereses personales (económicos, vengativos y la incongruencia política de sus fundadores y los actuales integrantes que han conformado diferentes tribus incompatibles entre sí).

Ese partido que un principio despertó expectativas del surgimiento de una izquierda seria, responsable y como una esperanza de verdadera alternativa política, no de oposición e intransigencia recalcitrante (Si no estás conmigo, estás contra mi).

En el 2006 con Andrés Manuel López Obrador como candidato a la presidencia de la república, en medio de una controvertida elección pasó a ser la segunda fuerza política, prácticamente dividiendo al país, políticamente en dos. Los que votaron por el espurio y el legítimo, según los calificativos que emplean los ya reducidos seguidores del segundo.

Repito lo que dije en su momento: Yo apoyé a Felipe Calderón (y él lo sabe muy bien), en su precampaña y en la constitucional. Pero antes de la elección me enteré de rumores no comprobados personalmente, de algunas cosas no muy claras que desmentían su aseveración de ser el candidato de las manos limpias (hoy han aflorado y se han comprobado algunos), por lo que decidí en aras de la alternancia votar por “El Peje”, en función de que ya habíamos tenido gobiernos priístas por muchos sexenios y con uno del PAN, que con Vicente Fox, la emperatriz Martota y sus delfines dejaron mucho que desear y de que renegar.

Pero días después de la elección cuando vi las actitudes que El Peje y sus corifeos más cercanos asumieron me arrepentí de haberlo hecho, pero no de no haberlo hecho por Felipe Calderón.

Con estas actitudes, El Peje estúpidamente perdió la gran oportunidad de contender con más fuerza y posibilidades de ser presidente de México en 2012 y todo por la característica y maldita ambición de muchos políticos de llegar al poder a como de lugar. El fin justifica los medios.

Este pobre político quien ese año reclamaba la cochinada en el actuar del IFE y del TRIFE, acusando incluso a los miembros de su partido que fungieron como representantes de casillas de venderse. ¿Qué autoridad moral tiene ahora, cuando dentro de su propio partido se ha actuado igual en su elección interna nacional?

¿Qué autoridad moral tiene para encabezar una resistencia civil pacífica para impedir que PEMEX deje de ser propiedad de los mexicanos, cuándo lo ha sido?

Así como el mandó al diablo a las instituciones. A ese lidercillo, caudillo de pacotilla y a sus corruptos seguidores yo también los mando al diablo.

Espero (aunque utópicamente) que los mexicanos nos demos plena cuenta de esto y protestemos para impedir que el IFE le siga entregando las millonarias cantidades de dinero que seguramente, después de haber llegado a ser la segunda fuerza política han aumentado considerablemente, ya que con ello estamos manteniendo a una buena cantidad de inútiles levanta dedos en ambas cámaras, como también sucede con los de los otros partidos.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Marzo 25 del 2008.

José Luís Elías García
El Hombre de La Mancha.

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