¡QUE VERGUENZA!

¡QUE VERGÜENZA!

El domingo pasado el equipo de fútbol Indios de Ciudad Juárez, propiedad del empresario juarense Francisco Ibarra, pasó a la primera división, motivo por el cual algunos funcionarios federales, estatales y municipales están de plácemes, ya que según ellos, los habitantes de esta frontera ya pueden olvidarse de los graves problemas de inseguridad y la inclemente violencia que padecían antes de este glorioso triunfo.

No estoy en contra de ningún tipo de deporte, pero como en este caso, el que los eventos deportivos, muy lucrativos por su comercialización desmesurada, aparte de los enormes ingresos que generan a los dueños de los equipos, sean utilizados como panaceas para engañar a la ciudadanía, lo considero una total vergüenza, por el cinismo y oportunismo de parte de las autoridades, quienes se “agarran de un chorro de agua” para ocultar su ineficiencia.

El deporte en todas sus manifestaciones debe de ser una alternativa viable para que los niños y los jóvenes se alejen de la vagancia, la drogadicción y por ende de la delincuencia, por lo que en lugar de apoyar a los grandes empresarios deportivos económicamente o facilitándoles las cosas para que lleven a cabo esos eventos, se debería invertir en la construcción de nuevos espacios o en la rehabilitación de los campos deportivos existentes.

Hay un sin número de jóvenes deportistas “llaneros”, que si se les observara con detenimiento, se darían cuenta que éllos si le tienen amor a sus chorreadas playeras y deteriorados pantaloncillos deportivos, no como los sobre valuados y costosos integrantes de los equipos deportivos comerciales, como el de la “Selección Mexicana”, quienes tienen muchos años haciendo el ridículo y disculpándose descaradamente con el ya merito, y quiérase que no, con un elevado costo económico para sus fanáticos, que inconciente y absurdamente “festejan histéricamente y se emborrachan y ya borrachos o drogados, les da por causar destrozos, quizá porque al fin se dan cuenta de la jugada de dedo en la boca que les dieron y en venganza actúan así.

Pero en el último de los casos, sería muy conveniente que los elevados sueldos, prestaciones y prerrogativas del presidente municipal y del actual secretario de seguridad pública (a quien antes de que asumiera el cargo, debió dársele un recorrido turístico por la ciudad, para que cuando menos conociera la ubicación de las delegaciones de policía), le fueran entregados a Francisco Ibarra por su efectividad, ya que con un solo juego de fútbol de su equipo Indios de Ciudad Juárez, libró a los juarenses de la inseguridad pública y de la violencia, por lo que con unos cuantos juegos más que se lleven a cabo en esta ciudad, podrán vivir con toda tranquilidad en el futuro.

Por otro lado. De nueva cuenta los empresarios, a quienes debería darles vergüenza también, al parecer muy asustados por el ambiente de inseguridad que se vive desde principios de este año en Ciudad Juárez (en el que las ejecuciones han rebasado con creces los índices que se tenían de años anteriores), amenazaron con no pagar los impuestos hasta que dicha inseguridad desaparezca. Como siempre, “Ladran pero no muerden.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Mayo 27 del 2008.

José Luís Elías García
El Hombre de La Mancha.
www.diogenes2008.blogspot.com