lunes, 14 de diciembre de 2009

LA EDUCACION SUPERIOR.

LA EDUCACION SUPERIOR.

En los últimos días me he enterado de que aparte de las manifestaciones de protesta por los asesinatos de catedráticos, estudiantes y desapariciones de jovencitas universitarias, está gestándose otra más, ésta, promovida por un grupo de jóvenes que se dicen de filiación izquierdista, quienes demandarán la reducción del costo de las elevadas cuotas que tienen que pagar por sus estudios.

Quiero dejar bien claro que no me inclino por ninguna geografía política, ya que el único partido al que me debo es México, que incluye a El Estado Grande y a Ciudad Juárez.

Definitivamente estoy de acuerdo en que todo lo que queramos obtener o lograr, tiene un costo y hay que pagarlo, pero éste debe ser moderado, que esté al alcance de todos aquellos (as) que tengan la capacidad, la inteligencia, pero sobre todo las ganas de sobresalir académicamente y servir a su comunidad, sin importar su nivel socio-económico y social. Es decir, la educación en cualquiera de sus niveles debe ser de élite por su calidad, no elitista, mucho menos selectiva en base a estos conceptos.

El gran problema es que los centros de estudios superiores que se dicen públicos, que cuentan con subsidios gubernamentales, pero que en base a una mal entendida autonomía, muchos de sus rectores o directores no rinden cuentas claras del manejo de esos subsidios, por lo que algunos de ellos se han enriquecido a costa de los contribuyentes. Muchos de estos recintos de estudios, presuntamente públicos, cobran más que los privados, incluso los “patitos”, que reciben el scrap que ellos desechan.

Una gran mayoría de los ciudadanos, aún sin hijos que estudien en estos recintos de educación superior, contribuyen al sostenimiento de ellos, mediante el pago del impuesto universitario y los que los tienen, lo pagan doble y más por el elevado precio de esas cuotas de inscripción y de los semestres.

Es claro que estas instituciones, para el cumplimiento ineludible del objetivo de formar profesionistas de calidad que sirvan a sus comunidades, requieren de cuantiosos recursos económicos. Pero considero que, más en la actual y deplorable situación económica nacional, sus autoridades debieran de ser más solidarios, con mayor compromiso social para con quienes los sostienen y brinden mejores oportunidades para los que por esa razón no pueden costear sus estudios.

Una manera no selectiva y justa de hacer esto, sería el que a todos aquellos que verdaderamente tuvieran la capacidad, la inteligencia, pero sobre todo la decisión de ser profesionistas, mediante los exámenes correspondientes y honestos, se les diera la oportunidad de estudiar. No permitiendo el que se den prácticas muy comunes en algunos de estos centros, que por amiguismo, compadrazgo, o mediante el pago de mordidas por debajo de la mesa sean aceptados aunque sean unos incapaces.

Ya que estos “estudiantes” que ingresan por estos medios, no valoran el esfuerzo de los ciudadanos, razón por la cual son un lastre para la educación, además de privar de esa oportunidad a quienes si quieren estudiar y llegar a profesionistas. Se convierten en rémoras, en parásitos universitarios, algunos de ellos, por azares del destino llegan a ser líderes y en base a ese liderazgo, presionan y obtienen canonjías de las autoridades y recursos económicos al servir de intermediarios para que los rechazados logren ingresar. Muy lucrativo negocio que les permite llegar cómodamente a la edad que sobrepasa con creces, a la que ya debieron concluir sus estudios.

Una solución al problema económico que permitiera a los buenos estudiantes ingresar a los estudios profesionales, una vez aprobados los exámenes de admisión, sería el que se les hiciera firmar un contrato de pago, para que una vez después de titularse y empezar a generar sus propios ingresos económicos, abonaran al costo de sus estudios hasta el pago total de ellos.

Porque por otro lado y esta es una evidente realidad, que los que afortunadamente concluyen sus estudios, en principio se olvidan de sus centros de estudios y si regresan a ellos, lo hacen como catedráticos o funcionarios, cobrando también por esos conceptos y el llamado servicio social que por norma deben prestar a la comunidad, en poco beneficia a ésta.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Diciembre 14 del 2009. José Luis Elías García.

No hay comentarios: