jueves, 3 de diciembre de 2009

¿DECLARACIONES Y CRITICA MUY AUTORIZADAS?

¿DECLARACIONES Y CRÍTICAS MUY AUTORIZADAS?

No lo escuché de propia voz, pero si en diferentes medios que informaron que el prelado mexicano, Presidente del Pontificio Consejo Pastoral para la Salud del Vaticano, el Cardenal Javier Lozano Barragán, hizo unas declaraciones relacionadas con los homosexuales. Dijo que quienes realizan estas prácticas, no van a ir al Cielo.

No cabe duda que se ha vuelto un lugar común el abrir la boca sin ningún sentido positivo. Sin conectar la lengua con el cerebro, al parecer sin consecuencias para quien o quienes las hacen; máxime si estos declarantes presumen de tener algún tipo de autoridad moral, aunque por esta razón se devalúa la credibilidad que se pudiera tener en ellos. Más aún si son o se dicen representantes de Dios en La Tierra. Estas pudieran ser las razones por las que La Iglesia Católica ha perdido tantos adeptos.

En los últimos años la comunidad mundial, incluida la mexicana, ha tenido amplio conocimiento de las aberraciones sexuales, en las que miembros de su congregación de diferentes niveles han incurrido en este tipo de prácticas homosexuales.

Tal es el caso del mexicano recientemente fallecido, fundador de Los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, quien fue acusado de haber abusado sexualmente de muchos monaguillos y seminaristas Independientemente de que se acaba de informar que como era de ida y vuelta, también engendró.

Este canónigo, por el poder que adquirió con esta “paraestatal del Vaticano”, aparte por los dividendos que a ese lugar enviaba, fue protegido papal, pues después del mayúsculo escándalo que esas denuncias generaron, hasta su muerte, el único castigo que recibió por sus perversidades, que causaron tanto daño físico, moral y sicológico a sus víctimas, fue el vivir dentro de los muros de la poderosa sede católica, gozando de los lujos que su purpúrea investidura le proporcionaban.

Así como éste “ex representante de Dios”, pastores, ministros y líderes de otras agrupaciones religiosas han hecho lo mismo, independientemente de los millonarios recursos que obtienen explotando la ignorancia y la fe de sus adeptos.

Pobre de ellos, pues a su muerte nunca gozarán de disfrutar de la presencia de El Señor. Pero sin duda dirán que eso poco les importa, si en vida gozaron de los placeres mundanos, satisfaciendo sus necesidades físicas, practicando el sexo con niños y jóvenes.

Estas deplorables declaraciones de Lozano Barragán, resultan muy hipócritas. Porque resulta increíble que ignore lo que sus correligionarios hacen, a menos que se considere el único que no incurre en ese tipo de prácticas. El que es buen juez por su casa empieza.

Por razones de trabajo, hace años entré a dos seminarios, en los que pude darme cuenta que ahí se encontraban estudiando para sacerdotes, algunos jóvenes con evidentes inclinaciones homosexuales, que muy posiblemente al darse cuenta de sus preferencias diferentes, aparte de la presión familiar o de sus amigos, tomaron a estos recintos como un closet seguro.

Muy seguramente también, servían de patio de recreo de sus compañeros, maestros y superiores, creyendo contar con La Bendición Divina.

No estoy en contra de ese tipo de preferencias ni de ninguna otra, que cada quien haga de su ese lo que le plazca, siempre y cuando que sus prácticas sexuales las realicen con mayores de edad, que con pleno conocimiento de causa accedan a hacerlo.

Estoy en contra de que miles de sujetos, dañen a inocentes abusando de ellos con su poder e influencia económica o falsa autoridad moral.

Desde hace muchos años, no solo yo, sino muchos creyentes o no, hemos considerado que el celibato provoca que se actúe contra natura, que además viola uno de los preceptos de Cristo “creceos y multiplicaros”. Eso sin contar con las recientes publicaciones y películas que han aparecido, en las que se menciona que Cristo estaba casado o vivía en amasiato con María Magdalena, incluso, que en el cuadro de La Última Cena, el supuesto apóstol que está a su derecha era ella.

En el libro Muerte en el Vaticano, que leí hace muchos años, que me pareció muy corriente por cierto, se narraba que el recientemente nombrado y muerto, El Papa de la sonrisa, había sido envenenado por su efebo amante, por cuestiones pasionales.

Me he enterado de que muchos sacerdotes de poco nivel e influencia en la toma de este tipo de decisiones, muy discretamente han tratado de cambiar estos cánones para que se elimine el celibato, por lo que considero, que si realmente El Papa Benedicto XVI, quiere hacer algo al respecto, para no perjudicar a tantos niños y jóvenes como actualmente sucede, debiera tomar cartas en el asunto.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Diciembre 3 del 2009. José Luis Elías García.

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