miércoles, 21 de octubre de 2009

ADIOS A LOS PLURINOMINALES.

ADIOS A LOS PLURINOMINALES.

Durante la campaña política para las elecciones pasadas, los candidatos a diputados federales, presuntamente prestando oídos al clamor ciudadano, en el sentido de que se eliminaran los cargos de los legisladores plurinominales, o sean, los que llegan a las cámaras legislativas sin hacer campañas, sin ningún compromiso con los electores y cobrando elevados salarios y prestaciones, lejos del alcance de cualquier mortal, sin ningún beneficio, excepto para ellos y para sus padrinos que los eligen y nos los imponen.

Con el pretexto de que los partidos minoritarios tuvieran representatividad en ambas cámaras y en los ayuntamientos, hace años se acordó el surgimiento de los legisladores de representación proporcional (senadores, diputados federales, locales y regidores municipales), para que “la voz de las minorías fuera escuchada”

Desde entonces a la fecha (si hubo excepciones, seria la comprobación de la regla), la gran mayoría de “los pluris” solo fungió como parásitos de derecha, centro e izquierda, bastante muy caros.

Pero no solo los integrantes de los partidos pequeños, los partidos grandes, de acuerdo al número de votos obtenidos o robados, se repartieron plurinominales, proporcionalmente, como si nos hicieran falta tantas rémoras.

La cuestión es que parece que por fin les dio vergüenza y 32 senadores y 100 diputados federales plurinominales van a ser reducidos.

Esto, se supone que va a reducir el gasto legislativo para los mexicanos, aunque conociendo a nuestros muy sacrificados políticos, que son mas largos que diez kilos de chorizo, en cuanto se apruebe esta ley y entre en vigor, muy posiblemente “acuerden” (que como ya se ahorró dinero al reducir el número de parásitos), repartirse equitativamente entre el resto dicho ahorro.

Lo que seria muy conveniente también, es que el número de integrantes del gabinete presidencial, formal y ampliado, se redujera a la cantidad esencialmente necesaria y se dejara de estar manteniendo a tanto inútil, nada más porque es amigo o compadre, o hijo del amigo o del compadre del presidente o de cualquier jijo funcionario.
Claro que al calor de la campaña y entrados en materia, otros candidatos más calenturientos y desesperados por mamar de la ubre gubernamental, ofrecieron legislar para que fueran una realidad aplicable, el Plebiscito, el Referéndum, la Revocación de Mandato, incluso sobre la posibilidad de que sean un hecho las candidaturas independientes.

El enunciado del Artículo 35, Fracción II, Constitucional, desde 1857, establece como prerrogativa que todos los mexicanos tienen el derecho de votar y ser votados para todos los cargos de elección popular y nombrado para cualquier empleo o comisión, teniendo las cualidades y cumpliendo los requisitos que la ley establezca. Articulo refrendado en la Constitución Política de 1917.

Posteriormente, el 2 de Julio de l918, el Diario Oficial de la Federación público el decreto presidencial de Venustiano Carranza, que promulga la Ley para Elecciones de Poderes Federales, que en sus artículos 33, 34, 41, 44, 55, 58 Fracción III, 67 primer y segundo párrafos, 68, 106 Fracción VII, 107, 108 y 122, reconocen y robustecen la figura de los candidatos independientes a todos los partidos, destinándoles un lugar específico en las boletas electorales, que detalla el Artículo III transitorio de la propia ley.

El numeral 107 disponía: “Los candidatos no dependientes de paridos políticos tendrán los mismos derechos conferidos a estos”

Pero como acostumbran nuestros ínclitos legisladores, agarrandose de un chorro de agua por el hecho de que dicho Articulo III era transitorio, pero sobre todo, atendiendo al mandato de Los Pinos, al legislar en torno al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, que en sus artículos 175 y 178, erige a los partidos políticos como monopolios que detentan el exclusivo derecho de postular el registro de candidatos a un puesto de elección popular, en una flagrante violación a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que una ley secundaria expedida por el legislador ordinario, no puede estar por encima de una Ley Primaria, como lo es nuestra Constitución.

Dudo mucho que los próximos legisladores federales, por el interés y sometimiento personal a sus partidos políticos (salvo honrosas excepciones, sin ellos no son nada), decidieran ser verdaderamente los representantes populares que atendieran y resolvieran las demandas ciudadanas y corrigieran ese adefesio que es el COFIPE, Aun en contra de opiniones de juristas tan reconocidos como el ex Procurador General de la Republica, Diego Valadez ( quien por cierto, no hizo honor a ese “reconocido”, cuando lo fue, y muy posiblemente por consigna también, opine que de aceptarse las candidaturas independientes, serian un problema, por un sin fin de razones que expone.

Lo que si es una realidad indiscutible y que estos legisladores debieran aceptar y cambiar, es que el sistema de partidos, por sus intereses grupales, de mafias políticas internas y otros adjetivos que me llenaría la pagina al relacionarlos, ya es inoperante.

Quizá, ante la competencia que les representarían las candidaturas independientes, pero sobre todo, ante la posibilidad de perder las millonarias prerrogativas económicas de las que disponen a su antojo, que han enriquecido a mercenarios de la política, como los González Torres-González Martínez del PVEM, pudieran recomponerse y actuar en consecuencia y dentro de la ley.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Agosto 26 del 2009. José Luis Elías García.

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