sábado, 6 de junio de 2009

PRAGMATISMO POLITICO, CAPIROTADA MALOLIENTE.

PRAGMATISMO POLITICO. CAPIROTADA MALOLIENTE.

Durante la mayor parte de los setenta años de la hegemonía priísta, con todas sus corrupciones, saqueos, latrocinios, inclusive asesinatos y genocidios, las cosas más o menos funcionaban en México, dado que los priístas, en los tres niveles de gobierno, para sostenerse o ganar las elecciones, aparte de las tortas y los acarreos como animales de mexicanos, quienes consideraban como un triunfo el viajar como animales a otro lugar, “salpicaban generosamente” migajas de lo que se robaban, intimidaban, amenazaban e incluso asesinaban, además que la situación económica no era tan grave y se sobrevivía con menos problema.

Los partidos políticos como el PAN y el Comunista Mexicano cumplían con su función de ser oposición y cuando había algunos aventados, lanzaban candidatos, el resto de ellos, muy económica y convenientemente, fungían como amanuenses para darle cierta legalidad a las elecciones que con una serie de corruptelas “ganaba” el PRI.

No obstante los aceleres y despilfarros del “loco de palacio” (el genocida Luis Echeverría), fue a partir del gobierno del “semental de Los Pinos”, José López Portillo, quien invitó a los mexicanos a prepararse para manejar la riqueza que contenía el Cuerno de la Abundancia repleto de petróleo, pero como no le hicieron caso, él y sus cómplices se la llevaron al extranjero, dejando unos cuantos pesos para construirse La Colina del Perro, donde murió como tal.

Al final del periodo de López Portillo, en su último informe con gran histrionismo, anunció la estatización de la banca (cuando ya habían sacado los dólares), a la vez que muy hipócrita, llorando gritaba: “Ya nos saquearon, no nos volverán a saquear”

Aún con todo eso, lo peor fue que heredó a los mexicanos a “La Cleopatra de Coyoacán”, quien con sus efebos tecnócratas y sus estúpidas políticas públicas globalizadoras hundieron más en la ruina al país.

Este multirajado sujeto, dio su primer quiebre cuando demostró la falta de “lo mero principal”, ante la desgracia de los sismos del 85, en los que de no haber sido por lo defeños, miembros de la sociedad civil (quienes actuando con una actitud plenamente solidaria con las víctimas), las cosas hubieran sido peor. La última rajada en que incurrió fue hace unos días, posterior a la entrevista que le hizo Carmen Aristegui, en donde dijo haberse arrepentido de haber dejado como su sucesor a Carlos Salinas de Gortari y acusarlo de que él y sus hermanos tuvieron relaciones con narcotraficantes.
Miguel de la Madrid nombró su sucesor a Carlos Salinas de Gortari y en las elecciones del 88, mediante las concebidas prácticas electorales fraudulentas priístas, pero esta vez más sofisticadas, mediante la “caída del sistema”, el triunfo le fue arrebatado a Cuauhtemoc Cárdenas Solórzano, con la anuencia de Luis H. Álvarez y Diego Fernández de Ceballos (llamados las ardillas, porque en ese periodo de la pasaban en Los Pinos), quienes días antes de esa elección, habían girado instrucciones para que los presidentes de los comités estatales y municipales del PAN, instruyeran a sus miembros para que no votaran por El Maquío Clouthier, ya que eso provocaría que ganara Cuauhtemoc y no era conveniente que el hijo de “Tata Lázaro” fuera presidente de México. Prácticamente se instruyó a los panistas para que votaran por Salinas de Gortari.

Salinas, considerado con el peor de los presidentes, el más ratero (se robó 99 centavos del peso y todavía tuvo el descaro de asegurar que con esa nueva devaluación, los mexicanos volvían a vivir económicamente en la época de sus abuelos), el más corrupto, incluso con sospechas de que él mando asesinar a Luis Donaldo Colosio Murrieta, crimen que a más de quince años no ha sido aclarado. Carlos Salinas, una vez desaparecido Luis Donaldo, dejó como sucesor a quien creyó le iba a cubrir las espaldas, “el bolerito de Mexicali” (otro bandido de siete suelas, que vendió a los mexicanos de por vida con su mega fraude El Fobaproa), pero le salió la criada respondona, ya que de entrada, Ernesto Zedillo, mandó encarcelar a Raúl Salinas de Gortari, supuestamente por haber sido el asesino intelectual de su ex cuñado José Francisco Ruiz Massieu, aparte de las acusaciones de corrupción y malversación de fondos, que se llevó a depositar a bancos en el extranjero millones de dólares y falsificar pasaportes a nombres que eran el suyo.

Ernesto Zedillo, según Salinas de Gortari, formaba parte de la Nomenklatura priísta, que presuntamente estaba en contra de él, pero lo sorprendente es que Zedillo en gran manera propició que se diera la alternancia, ya que llegó al poder “el baboso de las botas” y su amadísima esposa, la emperatriz Martota, acompañada de sus delfines, que no obstante sus promesas de un verdadero cambio en la forma de hacer política y gobernar, saqueó a México. Según sus propias declaraciones, encargó la presidencia para hacer campaña a favor de los candidatos panistas, cuando menos luchó denodada y abiertamente en contra de Andrés Manuel López Obrador, ya que le era necesario dejar a alguien que le cubriera las espaldas y lo logró. Consiguió que Felipe Calderón Hinojosa llegara a Los Pinos, quien con todo y su presunción de ser el presidente del empleo y de las manos limpias, No obstante las acusaciones de malversación de fondos y fraudes en contra de Vicente, no ha hecho nada. En el tiempo que lleva desgobernando, sea han perdido miles de empleos y las manos de él y sus funcionarios no están para nada limpias.

Cabe aclarar que al inicio de cada periodo, como medida urgente para “corregir” las estupideces y robos de los presidentes salientes, los entrantes, muy compungidos y preocupados por el bienestar de los mexicanos, con gran dolor pedían que éstos se amarraran el cinturón por un tiempo, hasta sanear la economía, pero cada uno de estos desgraciados al terminar su sexenio, dejaron en peores condiciones económicas a sus gobernados, a grado tal, que millones de ellos se encuentran en un nivel de pobreza extrema, la vil ruina.

Este recorrido sexenal, aparte de exhibir a los ladrones que han gobernado México, es para explicar, no justificar, el hecho que los partidos políticos, en su tiempo de oposición, y los nuevos que han surgido como franquicias familiares, sus dirigentes, incluidos los panistas, ante los hechos narrados renglones atrás, y dado que económicamente no era muy redituable ser tan puros, se olvidaron de Los Principios de Doctrina que les dieron vida, que conjuntamente con su Proyecto de Nación, los convirtieron en supositorios, dándoles el uso subsecuente.

De ahí que los dirigentes de los partidos, perdón, los mercenarios de la política y dueños de esas franquicias (con las que año con año se enriquecen a costillas de los mexicanos y la complacencia del presidente de la república y gobernadores de los estados), para no perder la concesión, llevan a cabo alianzas entre ellos, sin importarles que sus principios choquen entre sí.

Así surgió la alianza PAN-PVEM en el 2000, que llevó a Vicente Fox a la presidencia. En ese tiempo Vicente vino como candidato a Ciudad Juárez y yo lo cuestioné: En el eventual caso de que llegara a la presidencia ¿Qué autoridad moral tendría, si para lograrlo se alió con los pícaros de los González Torres-González Martínez? Obviamente no me respondió. Vicente en aras de alcanzar sus objetivos, es muy dado a utilizar a quien y lo que sea, por lo que aunado a la desmedida ambición de los mercenarios de la ecología, esta alianza no duró mucho.

En el 2004 en Chihuahua, se dio la alianza PAN PRD Para postular al panista Javier Corral Jurado al gobierno del estado. ¿Se imaginan? Esta alianza no tuvo éxito, porque muchos auténticos panistas desorientados, decidieron no votar, a hacerlo por un partido ajeno a sus principios.

El colmo es que por lo reciente de los hechos, en los que en apariencia los priístas y la corrupta mamá de “Chucky” se pelearon a muerte, no podría resultar más aberrante e incongruente la alianza que para postular gobernador del estado de Sonora, llevaron a cabo el PRI, el PANAL y el PVEM. Eso pone de manifiesto contundente que los principios, los valores y la ética política pueden irse a la basura. Por eso sostengo que el pragmatismo político es una capirotada mal oliente y destructivo. “primeros dineros harbano”

Ciudad Juárez, Chihuahua. Junio 6 del 2009. José Luis Elías García.

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