lunes, 1 de junio de 2009

MAS DE 2100 CRIMENES EN 2008-2009.

MAS DE 2100 CRIMENES IMPUNES EN 2008-2009.

Desde que según Francisco Barrio Terrazas, como candidato al gobierno de Chihuahua para el periodo 1992-1998, declarara que él iba a acabar con la maldición gitana que como inseguridad pública había llegado al estado con Fernando Baeza Meléndez, gobernador del periodo anterior; Chihuahua y especialmente Ciudad Juárez la siguen padeciendo, ya que en el periodo de Francisco Barrio no solo no terminó con ella, sino que se incrementó con los cientos de desapariciones y crímenes de mujeres y hombres. Continuaron con Patricio Martínez y siguen con José Reyes Baeza (sobrino del exgobernador mencionado en segundo lugar). Pero con éste último en grado superlativo, por la cantidad y la crueldad con que se han llevado a cabo miles de ejecuciones (más de 2100 en el 2008 y los cinco meses de este 2009), además de la diversidad de delitos cometidos: levantones, secuestros Express, extorsiones, robo a bancos, comercios y de autos, etc., todos ellos con total impunidad.

Desde 1992, año en que empecé a interesarme e informarme sobre la problemática social y la inseguridad pública que ya entonces eran muy graves, no he conocido a un procurador (a) del estado, ni a un subprocurador (a) de la zona norte, con sede en esta ciudad, que haya realizado bien su trabajo.

Es más, en el periodo de Francisco Barrio, cuando se dieron mayor cantidad de crímenes de mujeres (jovencitas y niñas), tanto él como el procurador Francisco Molina Ruiz y el subprocurador para la zona norte, Jorge López Molinar, misóginamente acusaron a las víctimas de ser las culpables de su infortunio, por la forma de vestirse y por andar a altas horas de la noche en la calle.

Con la llegada de miles de militares y policías federales desde el año pasado, quienes presuntamente coadyuvarían en la seguridad pública, la violencia se ha recrudecido, no obstante que han implementado una serie de inútiles estrategias. Si bien es cierto que con el reforzamiento hasta cerca de ocho mil de estos elementos en los primeros meses del año, el número de ejecuciónes bajó muy considerablemente, también es cierto que al parecer los asesinos ya les agarraron la medida, ya que estos crímenes se están incrementando de nuevo, aparte de que las narco mantas y pancartas amenazantes han proliferado. Es decir, a pesar de esta gran presencia policíaca, la delincuencia organizada está dando muestras de que les vale y que no van a impedir que sigan haciendo lo que les pegue la gana. ¿Qué hace falta?

Aunque ya lo venían haciendo, la llegada de estos cuerpos policíacos a la ciudad, ha propiciado que tanto la policía municipal, la estatal y por supuesto la de la PGR, se hayan echado la cola al hombro. En el caso de la primera, que cuenta ya con el tercer secretario de seguridad, no se ve por ningún lado su acción preventiva. Es más, creo que va a terminar el mandato municipal y los juarénses no conocerán proyecto o programa alguno para prevenir la delincuencia.

Para empezar, los jefes policíacos fueron sustituidos por militares y exmilitares y los agentes que quedaron, tanto de policía como de vialidad, son acompañados por militares y/o federales, ya que los exámenes de confiabilidad practicados a los poli municipales no fueron tan confiables y al parecer en la “depuración” no salieron los que debían.

Aparte de que el costo de hospedaje y alimentación de tanto elemento que viene de fuera, es demasiado alto y a cargo de los contribuyentes juarénses. Nada importaría el monto de su costo si hubiera resultados efectivos y que se terminara con este flagelo. Pero es previsible que para cuando estos “efectivos” se vayan, (tal como lo anunciara Felipe Calderón, en su reciente visita que hizo a Juárez, para reconocer el trabajo de ellos), en el caso de que se lograra el objetivo de contar con tres mil policías, no serían suficientes y las consecuencias de su presencia actual van a ser más graves para los habitantes de esta ciudad.

La segunda, que se supone debiera de investigar estos crímenes, como la primera, se concretan a “asegurar” la escena del crimen, hacerse tontos mientras que llega el forense a recoger el o los cuerpos y hasta ahí. Por lo que se puede asegurar que la procuración y aplicación de la justicia en Chihuahua es completamente nula. Además de que los delitos del fuero común en sus diversas manifestaciones, que son de su plena competencia, han aumentado de manera incontrolable y tampoco se investigan, y en los casos en que hay detenidos, con la nueva Reforma Penal, por la mala integración de los expedientes o porque los ministerios públicos no asisten a las audiencias, a pesar de que los agarran con las manos en la masa, algunos jueces los han dejado libres. ¿De a cómo fue el cañonazo?

El actual subprocurador de esta zona Alejandro Pariente, que de conductor de noticieros en televisión pasó a ser vocero de la subprocuraduría, al parecer aún no asimila que ocupa un cargo de tanta responsabilidad, ya que solo se dedica a informar de los hechos y a prometer que serán investigados. Pero la realidad es: más de dos mil cien crímenes dolosos y miles de delitos del fuero común si solucionarse.

Mientras que los de la PGR con su delegado en esta ciudad a la cabeza, siguen nadando de muertito, tirándose la pelota con los de la procuraduría estatal. Esta dependencia por el tipo de armas que se utilizan en las ejecuciones, debiera hacerse cargo de las investigaciones hasta llegar a la consignación de los asesinos, pero hasta ahora, con lo costosa que resulta no ha dado ningún resultado.

Por último. E insisto, los militares y federales con todo el equipo y tecnología de punta con la que dicen llegaron, helicópteros, detectores de droga, de dinero. Pero sobre todo “inteligencia, no se percibe un trabajo efectivo en sus acciones en contra de la delincuencia organizada. Solo se concretan también a resguardar la escena del crimen armas en mano, como para tratar de evitar que alguien más llegue a matar al, o a los muertos.

Los helicópteros de la federal, como “el galindóptero” de Ramón Galindo, solo les sirven para pasearse, en lugar de utilizarlos para que una vez que tienen conocimiento de una ejecución y datos de los vehículos de los delincuentes, tomando en cuenta el tiempo que tarden en llegar al lugar de los hechos, calcular el tiempo posible de recorrido de estos y volar en torno a la zona para su posible localización.

Mientras que por tierra, dentro de esa misma zona, revisar las casas, muy especialmente las que cuenten con doble cochera así como los terrenos bardeados con altos muros, lugares de donde por su cercanía pudieron salir y regresar los sicarios.

En fin, tantas cosas que se pudieran hacer si realmente se quisiera terminar con esta desesperante situación que se vive en Ciudad Juárez.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Mayo 16 del 2009. José Luis Elías García.

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