martes, 4 de marzo de 2008

LAS AUTORIDADES POLICIACAS EN CIUDAD JUAREZ

LAS AUTORIDADES POLICIACAS EN CIUDAD JUAREZ.

Yo era un jovencito en mi ciudad natal Culiacán, Sinaloa, mi padre era policía municipal y duró como tal veinticinco años hasta que se jubiló cuando tenía setenta años.

Pudiera decir que por razones obvias, yo era amigo de los hijos de sus compañeros y algunos de ellos seguido me presumían que sus padres habían adquirido una casa en un nuevo fraccionamiento (nombre que se empleo para las colonias de nueva creación), o bien se habían comprado un carro de reciente modelo (Ford Victoria, Chevrolet Impala o una pick up Chevrolet Apache 1957 0 1959).

Esto me llenaba de envidia, porque nosotros vivíamos donde mismo y mi padre no tenía carro.

Cuando le pregunte a mi padre ¿Por qué sus compañeros podían hacer esas compras y el no?. Su respuesta me hizo hervir la sangre de rabia: Los frijoles son muy ricos Pepe. ¿Qué pinche relación tenían los frijoles con la compra de una casa nueva o con la de un vehículo de reciente modelo?

Tiempo después algunos de sus amigos fueron asesinados (no se usaba el término ejecutado) y mi padre me comentó: ¿Comprendes ahora por qué te he dicho que los frijoles son muy ricos?

Después de jubilarse por las tardes antes de que oscureciera, mi padre acostumbraba sentarse en una rústica pero muy cómoda mecedora fabricada en Concordia, Sinaloa, a tomar el fresco en el frente de su casa y seguido pasaban sujetos que el había detenido o ayudado a detener y lo saludan con un Buena tarde Don Luisito.

El casi ya no miraba y me preguntaba quien le había saludado. Yo, que siempre he sido un mal hablado le respondía: Aquel hijo de @#$%^ que tu detuviste hace tiempo.

Pero ese saludo afectuoso de parte de un delincuente, que pudo tener muchas razones para sentir odio o rencor por mi padre, me decía la calidad de policía que él había sido.

Algo chusco:
A mediados de los setenta fui a la ciudad de México y asistí a una función en la carpa de Palillo, que estaba instalada a un lado de la Glorieta de Peralvillo. Estaba como invitado el Loco Valdez.
En esos días se habían dado varios asesinatos de policías en el Distrito Federal y en alusión a ello y debido a que a la entrada de la carpa había cerca de seis policías, el Loco Valdez le dijo a Palillo (que muy seguido era detenido por ofender con sus chistes a los políticos y gobernantes en turno).

¡Pinche Palillo ya eres muy importante, ya tienes un chingo de policías para que te cuiden!

¡Para nada pendejo! Lo que pasa es que vienen a esconderse para que no les partan la madre.

Aunque en mucha mayor medida, hoy como ayer el involucramiento de los policías de los tres niveles de gobierno con los delincuentes y más en los últimos días, se están dando ejecuciones múltiples de estos elementos policíacos. Con la diferencia de que las que se daban en los años que menciono se hacían en lo oscurito y no ponían en riesgo la vida de personas inocentes, ya que estos asesinatos se llevan a cabo a cualquier hora del día y ante la riesgosa presencia de personas de todas las edades, que algunas de ellas han resultado heridas o víctimas fatales.

Hace unas semanas. Después de haber detenido en El Paso, Texas al ex director operativo de la Secretaría de Seguridad Pública de la pasada administración, Saulo Reyes Gamboa, acusado de narcotraficante. Después haber ejecutado a dos jefes policíacos y de haber intentado asesinar a un jefe de la judicial del estado, en el Monumento al Policía Caído, junto a unas coronas de flores apareció una cartulina con los nombres de policías y un elemento de tránsito que se decía iban a ser ejecutados. Algunos de ellos ya lo han sido y a otros los han balaceado.

Me pregunto: ¿Por qué no se ha llevado a cabo una investigación respecto a las actividades extraoficiales de estos elementos? ¿Con quién se relacionan? Estudios socio económicos para saber cómo es posible que compren o remodelen con cierto lujo casas y adquieran vehículos de reciente modelo, que su sueldo oficial no les permite adquirirlos.

O en el último de los casos, detenerlos de manera precautoria para evitar que sean levantados o ejecutados y así proteger la vida de quienes se encuentren cerca de ellos en el momento en que sufran un atentado.

Hace unas semanas que contamos en nuestra ciudad con la presencia de elementos del Ejército Mexicano y no obstante que ha habido denuncias en su contra, de personas que han sido dañadas en sus bienes y en su integridad, actos muy reprochables por cierto, la verdad es que los resultados de sus acciones en contra de la delincuencia organizada, como lo han sido cateos en casas de seguridad, decomiso de toneladas de drogas de diferentes clases, de armas y cientos de cartuchos de grueso calibre, de lujosos vehículos y la detención de presuntos sicarios, pero sobre todo el rescate de un buen número de restos humanos en las llamadas narcofosas en lujosas viviendas con grandes bodegas.

Los militares que en gran medida han cumplido las órdenes que han recibido, con esos resultados sin precedente, han puesto en entredicho de manera contundente las acciones de los jefes y elementos de la PGR, La AFI y La Policía Federal Preventiva, que por muchos años y más millones de pesos nos han costado, quienes en su gran mayoría se han enriquecido sin ningún resultado positivo para los habitantes de las ciudades en donde han actuado y en este caso Ciudad Juárez.

Esto muy posiblemente sea el resultado de que cuando menos en el puesto de revisión militar PRECOS, que está en Samalayuca, a unos sesenta kilómetros al sur de Ciudad Juárez, los que viajamos del sur a esta frontera, no obstante haber sido revisados por elementos militares, unos cuantos metros después elementos de la AFI nos revisan de nuevo. Como dudando de la efectividad y la honestidad de los militares, quienes han querido reivindicarse.

Pero mientras estas acciones de los militares se llevan a cabo, se siguen dando ejecuciones de policías y civiles, robo de vehículos, a comercios a bancos, a casas habitación, asesinatos de pandilleros de todas las edades, etc., evidenciando plenamente que tanto las autoridades preventivas municipales, estatales y federales siguen cómodamente nadando de muertito y cobrando muy bien por ello.

Las autoridades estatales, tanto investigadoras como procuradoras de justicia, desde hace muchos años han dejado mucho que desear en cuanto a sus resultados, ya que las investigaciones, con honrosas excepciones, han sido prácticamente nulas. El presuntamente especializado en investigar ejecuciones, el desaparecido Grupo Zeus, dejó un enorme número de casos sin resolver y algunos de ellos siguen cobrando como investigadores en diferentes áreas con los mismos resultados.

Total que como en las ejecuciones más recientes, de las cuales no hay ningún avance sustancial, hay cientos de casos que están sepultados en el archivo muerto.

Y en cuanto a la procuración de justicia, los últimos casos que les han echado abajo, por la mala integración de los expedientes, producto de las deficientes investigaciones realizadas, conciente o inconcientemente o bien producto de actos corruptos y por eso les está yendo tan mal a algunos que han sido ejecutados.

Considero que a nivel local, tanto el Presidente Municipal José Reyes Ferríz, como el Secretario de Seguridad Pública Municipal, Guillermo Prieto Quintana, han sido muy omisos al respecto y evasivos de su primordial responsabilidad: El otorgarnos la seguridad pública por medio de acciones preventivas efectivas, que les pagamos a través del impuesto predial.

E insisto en que lo único que han hecho, es aumentar el número de sus escoltas y transportarse en vehículos blindados, auto proporcionándose la seguridad que no proporcionan a quienes pagamos sus elevados sueldos y las prerrogativas que disfrutan.

Se han vuelto muy reiterativos, especialmente Prieto Quintana, en ofrecer disculpas, como en el caso de unos jóvenes que detuvieron a un delincuente que asaltó a una dama y agradeciéndoles por realizar el trabajo que a él y sus subordinados les corresponde desempeñar. Aparte de insistir en que está haciendo lo que puede.

Señores José Reyes Ferríz y Guillermo Prieto Quintana. La realidad es que lo que están haciendo, es muy poco para lo que se les paga y para la gran responsabilidad que ese cargo les implica y que nadie les obligo a aceptar.

¡Póngase a trabajar, cumplan con su responsabilidad o renuncien a sus cargos, que ningún beneficio nos representan!

Ciudad Juárez, Chihuahua. Marzo 4 del 2008.

José Luís Elías García.
El Hombre de La Mancha.

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