BUSCO 12 LOCOS.

BUSCO 12 LOCOS.

En el libro de Clarissa Pinkola, “Mujeres que corren con los lobos”, leí algo que me llamó la atención. “Dice que todo lo que andamos buscando, nos está buscando a nosotros y que, si nos quedamos quietos nos encontrará. Es algo que lleva mucho tiempo esperándonos. En cuanto llegue, no te muevas descansa. Ya veras lo que ocurre a continuación”.

En algo no estoy de acuerdo. En que nos quedemos quietos.

Desde 1994 ya estando en esta ciudad, he sido una persona muy inquieta, que dentro de mis posibilidades he estado buscando la paz y la tranquilidad para Ciudad Juárez y sus habitantes. Esta paz, ni me ha, ni la he encontrado y nada va a suceder, nunca me va, o la voy a encontrar si en lugar de ser más inquieto, más activo en su búsqueda, permanezco quieto, inactivo.

La búsqueda de la paz, como la práctica de la guerra, implica riesgos muchas veces mortales. Por eso la gran mayoría de los seres humanos, en este caso los juarénses, aunque no están practicando o participando en la guerra que se está llevando a cabo en esta ciudad, tampoco hacen nada por encontrar o que la paz los encuentre.

Para que meterse en problemas, dicen. Prefieren estarse quietos, aunque esto implique el vivir constantemente en zozobra, encerrados en sus casas o trabajos, aterrorizados cuando salen a la calle, con el temor a ser víctimas, ellos o sus familiares, de una bala perdida, que los dueños de Ciudad Juárez disparan a placer y con toda impunidad.

Para buscar y encontrar la paz y la tranquilidad en Ciudad Juárez, requiero de doce locos que como yo, que sean inquietos, que realmente quieran a sus mujeres y a sus hijos, a sus trabajos o negocios y a esta digna, pero muy vilipendiada ciudad para luchar por ellas y ellos.

Dicen que todo lo que queremos tiene un costo y su riesgo, pero no se asusten. No estoy invitándolos a tomar las armas para luchar contra los narco-delincuentes. Yo no pretendo legitimarme en nada, ni estoy tan loco como Felipe Calderón.

Los estoy invitando a que sean mejores con ustedes mismos, con sus familias, con sus amigos, en sus casas, en sus trabajos y en la calle.

Eviten que sus hijos incurran en las drogas y la delincuencia, de la mejor manera. Quiéranlos, respétenlos, hablen y comuníquense con ellos. Si tienen que discutir con su pareja, o llamarle la atención a uno de sus hijos, háganlo en privado, no frente a los demás, no hagan que pierdan su autoestima.

Eviten la violencia intrafamiliar. Esta propicia la vagancia, el abandono de la escuela, la drogadicción y por supuesto la violencia, que aunada a la que los jóvenes o niños padecen o padecieron en sus casas, los convierte en niños de la calle que se vuelven extrema y despiadadamente violentos.

Esa es la razón por la que necesito doce locos, para que cada uno re envíe este mensaje a cada uno de sus contactos y les soliciten re enviarlos a los de ellos. De esta manera estableceremos una cadena irrompible que ayudará a si no a eliminar, si a reducir la violencia que nos tiene postrados.

Algo más, fíjense muy bien, analicen con todo cuidado a los que pretenden ser candidatos a gobernador, diputados, presidentes municipales, síndicos y regidores, no otorguen su voto y confianza a cualquiera.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Noviembre 27 del 2009. José Luis Elías García.