jueves, 21 de febrero de 2008

EL IMPUESTO PREDIAL.

EL IMPUESTO PREDIAL.

Jean Jacques Rousesau en su gran obra EL CONTRATO SOCIAL publicado en París, Francia en 1762, establece, en relación con La Esclavitud:

“Puesto que no hay hombre que tenga autoridad natural sobre su semejante, y puesto que la fuerza no produce derecho alguno, quedan solamente las convenciones como base de toda autoridad legítima”

Partiendo de esta premisa, fue así que los ciudadanos convenimos ceder al Estado parte de nuestra libertad, de nuestros derechos y de nuestros bienes, a cambio de que nos sean retribuidos en servicios que debieran ser: Seguridad Pública. Es decir, la seguridad en nuestras vidas y nuestros bienes legalmente tutelados. Alumbrado Público y Limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos entre los más importantes.

Por considerar que estos tres servicios son los de mayor y vital importancia para los habitantes de nuestro país, pero muy especialmente para los que residimos en Ciudad Juárez. Es necesario preguntarnos sí el pago del impuesto predial nos está proporcionando la seguridad pública que requerimos para tener la tranquilidad de pensar, que sí por la mañana salimos de nuestras casas rumbo a nuestros lugares de trabajo, a llevar a nuestros hijos a la escuela, o a realizar cualquier otro tipo de actividad, ¿no seremos víctimas de una balacera, producto del ajuste de cuentas entre los narcotraficantes y sus contrarios o ex cómplices; Policías de cualquiera de los tres niveles de gobierno y jerarquía dentro de esas corporaciones?

La respuesta clara es un NO rotundo.

De igual manera, ¿lo que pagamos y recibimos por concepto de alumbrado público y la recolección de basura es lo justo? Esta respuesta que la den los habitantes de las zonas marginadas de la ciudad.

Desde mi llegada a esta hospitalaria ciudad, han pasado seis periodos de gobierno municipal y en octubre 10 del año pasado inició el séptimo, y en todas sus campañas políticas los candidatos a la presidencia municipal, unos más, otros menos, pero siempre culpando a sus antecesores, incluso de su mismo partido, se comprometieron a resolver el problema de la inseguridad pública, que a todas luces no ha sido resuelto, al contrario ha venido aumentando desmesuradamente, a grado tal que ya parece incontrolable.
Aún más, algunos de sus jefes de policía y elementos de esa corporación, han sido ejecutados y aprehendidos en los Estados Unidos, por traficar con drogas, como es el caso del ex director operativo Sáulo Reyes Gamboa y el policía municipal José Alfredo Ramírez López.

Esto denota claramente que lo que se ha invertido en sus sueldos y capacitación, pagados con lo que los ciudadanos aportamos vía impuesto predial, ha sido destinado a otros objetivos muy alejados del primordial: Proporcionarnos la seguridad pública, como es su obligación.

El presidente municipal, a través de su jefe de policía es responsable de todo lo que suceda en el entorno del territorio bajo su gobierno debidamente delimitado. Por medio de la prevención, principalmente en lo relacionado con la seguridad pública de sus gobernados, deben evitar que se den hechos delictivos y sin la disculpa o alegatos jurídicos de falta de competencia, puesto que para eso fue electo el primero y el segundo designado y se les pagan salarios bastante costosos que salen de nuestros bolsillos.

La prevención debe de ser una acción para evitar que se den hechos delictivos, no una reacción, que generalmente va acompañada de disculpas como: “No contamos con el equipo en patrullas y armamento para hacer frente a los delincuentes”. “El número de elementos de policía con el que contamos es insuficiente para brindar seguridad a los habitantes de la ciudad” o, “las ejecuciones son delitos de la competencia del fuero federal”. “Estamos haciendo lo que podemos”.

Ese tipo de declaraciones de parte del Presidente Municipal José Reyes Ferríz y del Secretario de Seguridad Pública Guillermo Prieto Quintana, es un reconocimiento tácito de su falta de capacidad, eficiencia y eficacia para el desempeño de sus funciones.

Cada trienio de gobierno municipal, se hacen cuantiosas inversiones en la adquisición de patrullas, que en poco tiempo son convertidas en “chatarra”, debido a la impericia, a la velocidad con que son conducidas en terrenos escabrosos o por choques, y en algunos casos en estado de ebriedad.

Si bien es cierto que el armamento con el que cuenta la corporación policíaca municipal está muy por debajo de la calidad y capacidad de las que los delincuentes poseen, también es cierto que la falta de negociación del presidente municipal, muchas veces por enfrentamientos políticos, la Secretaría de la Defensa Nacional no les ha autorizado el armamento adecuado.

En cuanto a la cantidad de policías ciertamente insuficiente. ¿Qué caso tiene el contar con más, cuando antes de ingresar a la academia de policía, no se les practican los exámenes suficientes para comprobar que satisfacen los requisitos, que cuentan con los perfiles para llegar a ser verdaderos guardianes del orden?.

Desde luego que lo ideal sería contar con la cantidad necesaria y suficiente, pero sobre todo con la calidad y actitudes de servicio que se requieren.

Eso sin contar que estos “cadetes de policía”, una vez que ingresan a la corporación se encuentran como el jamón en el sándwich. Por un lado presionados por la ciudadanía para que le brinden la seguridad que paga y por el otro, la presión de algunos de sus superiores para que le “entren” al lucrativo negocio de la corrupción.

También es cierto que las ejecuciones, dependiendo de las armas con las que se lleven a cabo, caen en el ámbito del fuero federal o del común. Pero definitivamente, éstas se han dado por la falta de una acción preventiva eficiente por la complicidad y corrupción de algunos elementos policíacos de los tres niveles de gobierno.

¿Cuántas veces hemos escuchado declaraciones de los jefes de policía, en el sentido que tienen cuantificado y ubicado el número de pandillas y de sus integrantes, que compran consumen y venden drogas? ¿Qué han hecho al respecto para reducir su cantidad y sus consecuencias?

¿Cuántas veces las autoridades municipales han solicitado la participación ciudadana para que denuncie a estos delincuentes y todo para qué? Para que algunos ciudadanos incautos hagan estas denuncias y posteriormente resulten víctimas de los delincuentes denunciados, porque algunos policías “los pusieron”. Como se dice que fue el caso de la madre de familia que denunció a un narcotraficante y este impunemente atacó a sus dos hijas menores.

Con relación a la declaración “Estamos haciendo lo que podemos”

C. Presidente Municipal José Reyes Ferríz y C. Secretario de Seguridad Pública Municipal, Guillermo Prieto Quintana. ¿Si eso es todo lo que pueden hacer para brindarnos la seguridad que con urgencia necesitamos y ustedes están obligados a proporcionarnos, definitivamente no es suficiente?

Es necesario y de urgente necesidad que mejoren sus actuaciones o en su defecto que renuncien a sus cargos, porque no debemos permitir el que por la falta de la efectividad de las mismas, sigamos siendo víctimas de la delincuencia más organizada que ustedes.

Hace unas semanas un ocurrente colombiano, preocupado por las actuaciones delictivas de las FARC en su natal Colombia, a través de internet invitó a manifestarse en contra de esta agrupación terrorista, logrando que miles de ciudadanos en diferentes países, desde luego incluido Colombia, se manifestaran multitudinariamente. Hasta hoy se ignora que resultados vaya a tener esta convocatoria, pero cuando menos despertó la conciencia en cientos de miles de personas, de que no debemos seguir permitiendo ser víctimas de delincuentes.

De igual manera, ocurrente y preocupado por lo que sucede en nuestra ciudad por los efectos mortales a causa de las acciones de la delincuencia organizada. Hago una invitación a todos los habitantes de Ciudad Juárez que cuenten con el servicio de internet y que les llegue este artículo, para que se manifiesten e inviten a manifestarse a sus contactos y a quienes no puedan enterarse por este medio, para que no paguemos el impuesto predial, por medio del cual pagamos los servicios que no recibimos, muy especialmente el de seguridad pública, que nos mantiene en una constante zozobra al saber que en el momento menos pensado, resultemos víctimas mortales por uno o varios balazos, en un enfrentamiento entre sicarios y contrarios o ex cómplices, policías de cualquier nivel de gobierno.

Considero que ya fue bastante suficiente el hablar a estaciones radiofónicas para quejarnos de lo que nos, o sucede. Ya basta de convocar o a asistir a reuniones, talleres, foros y manifestaciones en las calles en contra de la delincuencia. Es tiempo de actuar por nuestra sobre vivencia y la de nuestras familias.

El gobierno federal ha declarado que va a actuar en contra de la delincuencia organizada, golpeando sus bolsillos.

Hagamos lo mismo con las autoridades municipales de Ciudad Juárez. Golpeemos sus bolsillos no pagando el impuesto predial, el principal recurso que les permite pagarse onerosos salarios que no merecen, dado que no nos proporcionan la seguridad pública que por ley merecemos.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Febrero 18 del 2008,

José Luís Elías García.
El Hombre de La Mancha.

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