jueves, 21 de febrero de 2008

RE ABREN ASARCO..

EL EJERCITO EN CIUDAD JUAREZ.

Desde hace ya casi tres sexenios de gobierno en el Estado de Chihuahua y a pesar de las promesas de los en su tiempo candidatos y posteriormente gobernadores, de reducir, si no eliminar los elevados índices de inseguridad pública, estos han venido aumentando considerablemente.

Lo mismo ha sucedido con los ya seis presidentes municipales de Ciudad Juárez, quienes a través de sus directores, hoy elegantemente llamados secretarios de seguridad pública, han dado muestras claras de su incapacidad e incompetencia para otorgarla por medio de una prevención efectiva de los delitos.

Repetidas veces he insistido en que el único responsable de todo lo bueno y lo malo que suceda dentro del perímetro de la ciudad que gobierna, es el presidente municipal, sin que le valga ningún tipo de disculpa o evasivas, alegando incompetencia para actuar.

En una actitud cómoda y evadiendo la responsabilidad que señalo, José Reyes Ferríz solicitó al gobierno federal la presencia de elementos del ejército para que le saquen las castañas del fuego, es decir, para que sean ellos los que se enfrenten a los sicarios de los narcotraficantes que tienen completamente aterrorizados a los habitantes de la ciudad que ¿gobierna?

Si bien es cierto que estos delincuentes poseen armas superiores en calibre y potencia que las que poseen los cuerpos policíacos municipales y estatales, además del poderío económico para comprar la conciencia y voluntad de muchos de ellos, también es cierto que los militares, a pesar de contar con armas equivalentes o superiores, no cuentan con la capacidad de discernir entre que es o no, lo que deben hacer o como actuar, excepto obedecer las órdenes que les den sus superiores y en su afán de cumplimentar las órdenes recibidas, se llevan entre las patas a personas inocentes, como ha sucedido en otros estados de la república.

A nivel local y en los recientes operativos, ya surgieron denuncias de las arbitrariedades que algunos de estos elementos han cometido, como son los casos de incursiones sin las debidas órdenes de cateo en domicilios de personas que ninguna relación tienen con la delincuencia, en donde han secuestrado, si no desaparecido, a dos personas, una de ellas de la tercera edad que padece de diabetes.
Una señora vecina de la mansión que catearon en la calle Rancho Las Cabras en Pradera Dorada, denunció que su casa fue allanada sin ninguna orden de cateo y algunos militares que participaron en el cateo de dicha mansión, saquearon de su casa aparatos electrónicos y otros artículos de valor.

En otro caso similar, en la madrugada llegaron a una casa en el fraccionamiento La Moraleja y sin decir agua va, destrozaron la cochera la puerta eléctrica de la cochera e irrumpieron en el interior y a gritos obligaron a los habitantes, entre los que se encontraban menores, a que bajaran a la sala, mientras ellos subían a la planta alta en donde esculcaron y causaron destrozos, para luego darse cuenta que se habían equivocado de domicilio. ¿Quién se responsabilizará y pagara los daños materiales y morales de esta familia?, que se quedó en completo estado de pánico.

Y contra estos prepotentes y arbitrarios hechos no se puede hacer absolutamente nada, dado que las denuncias contra policías no son atendidas y menos si son contra militares. Además de que se corre el riesgo de sufrir algo peor de insistir en ellas.

Los militares en México están preparados para reaccionar y presuntamente para responder a acciones de guerra, aunque a algunos de vez en cuando les afloran actitudes de rapiña, no están preparados para llevar a cabo acciones policíacas. No estoy en contra de que se encuentren en la ciudad, pero su participación en el intento de reducir los índices de violencia, debiera ser como coadyuvantes, no como cabeza en estos operativos supuestamente coordinados con los otros dos niveles de autoridades policíacas. Que conjuntamente con los policías federales y estatales, apoyaran a los policías municipales, quienes realmente conocen la ciudad y saben perfectamente quien se dedica a este tipo de ilícitos.

Una vez que los policías municipales ubicaran con certeza los domicilios que debieran ser cateados, que los policías y ministerios públicos federales actuaran apoyados por el ejército y los estatales, para evitar que haya equivocaciones; de llegar, catear y amedrentar a familias, para luego salir que no era ese domicilio al que debieron entrar y después de ocasionar daños, retirarse sin ofrecer disculpas ni reparar los daños.

Solo entonces y de acuerdo a los resultados, podría presumirse que verdaderamente estos operativos se realizan coordinadamente, sin incurrir en arbitrariedades y actos de rapiña que obligan a que los ciudadanos desconfiemos aún más de las autoridades, especialmente del ¿Glorioso Ejército Nacional?

Es claro y se acepta que con la intervención del ejército se han obtenido resultados en contra de la delincuencia, que jamás se lograría sin su participación, pero estas acciones que elogian tanto el gobernador como el presidente municipal de nuestra ciudad, contarían con la total aceptación de los juarenses, que a gritos reclamamos la seguridad que pagamos y que desde hace varios no recibimos, si estas se llevaran a cabo con inteligencia, sin arbitrariedades en contra de quienes nada tienen que ver con delincuentes, mucho menos con equivocaciones ni con actos de rapiña como las que se han denunciado.

Pero sobre todo, que la secretaría de seguridad pública haga su trabajo: Prevenir la delincuencia.

De otra manera. Como lo mencioné renglones antes, resulta muy cómodo para el Secretario de Seguridad Pública Municipal, Guillermo Prieto Quintana el mirar los toros desde la barrera, ya que a pesar de su presumida larga experiencia, su ineficiencia en su principal función, prevenir los hechos delictuosos, lo convierte en el primer responsable de que estos se sigan dando.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Febrero 19 del 2008.

José Luís Elías García.
El Hombre de La Mancha.

APRECIO POR TI.

APRECIO POR TI.

Con este eslogan el consorcio comercial Soriana atrae a cientos de miles de sus incautos clientes en buena parte del territorio nacional, donde supuestamente obtendrán los mejores precios en todos los productos que tiene a la venta en sus grandes supermercados.

Pero la realidad es que si se compara el precio de los artículos, sobre todo los productos de la canasta básica, con los que venden otros negocios similares, estos resultan más caros.

Pero lo que resulta peor y que pudiera considerarse como un fraude, es la Tarjeta de Crédito Soriana, llamada Credi Aprecio, mediante la cual otorga crédito a miles de sus clientes, ya que he podido comprobar que no obstante haber cumplido puntualmente con sus pagos, se les sigue molestando para que liquiden sus adeudos ya liquidados y aún más, son amenazados con embargarles sus bienes patrimoniales.

Cuando sus clientes solicitan esta tarjeta de crédito y debido a la falta de cultura de leer las “letras chiquitas” de los contratos, los firman ignorando que no es con la tienda Soriana, ni en el domicilio donde lo solicitan. En realidad su compromiso crediticio se establece con el Banco denominado GE Money Bank, S. A., Institución de Banca Múltiple GE Capital Grupo Financiero, con domicilio fiscal en Avenida Santa Fe No. 495, Piso 17 Col. Cruz Manca, Delegación Cuajimalpa, México, D. F. C. P. 05349.

Por lo que cualquier aclaración que quieran hacer al respecto de su crédito ya liquidado y por el cual les siguen cobrando, en el módulo de Soriana en donde realizaron sus pagos, el o la encargada del mismo, responde que ahí no puede resolver nada, que se comuniquen al 01 800 5222 800, número al que estuve intentando comunicarme y después de veinte minutos, lo único que escuché fueron grabaciones que me indicaban que siguiera esperando, hasta que colgué sin obtener una respuesta personal, mucho menos tener la oportunidad de aclarar la situación de uno de esos créditos.

Por otro lado, los recibos que emiten en las cajas de esos centros comerciales por los abonos a esos créditos, son impresos en papel químico, que en breve tiempo se vuelven borrosos e ilegibles, tanto las cantidades como los conceptos, que prácticamente deja en estado de indefensión jurídica a los afectados. Como es el caso de la C. Ana María Armendáriz con el número de cuenta 0006 0377 8240 3114 645, de quien tengo sus recibos de pago puntualmente, que en conjunto suman el total del crédito otorgado, incluyendo el costo del seguro y los intereses, y a pesar de ello ha estado recibiendo requerimientos de pago de parte del Despacho Jurídico Muñoz C. Asociados, con domicilio en Ave. Insurgentes No. 5022, Local 17, Col. Segunda Burócratas C. P, 32340 en Ciudad Juárez, Chihuahua. Con teléfonos 656 611 74 66, 656 611 21 56y 01 800 509 33 32.

Aparte de notificarle que su cuenta fue reportada al Buró de Crédito como irrecuperable generándole un historial crediticio negativo.
Acompañé a la señora Armendáriz a este despacho jurídico y a pesar de que le mostró al licenciado los recibos de pago por el total del crédito, éste respondió que esto no le representaba nada, que tenía que pagar el adeudo. Por le que le sugerí a la señora Armendáriz que lo mandara por un tubo y nos retiráramos de esa oficina.

Si algún cliente inconforme quiere cancelar su tarjeta de crédito, le resulta imposible, por la serie de artimañas que esgrimen los empleados de esa empresa.

Aún más, Tengo información de personas que jamás han solicitado dicha tarjeta, por lo tanto no son clientes deudores de Soriana, han recibido de parte del mismo bufete de abogados en Ciudad Juárez, reclamos de créditos impagados y amenazas de embargo.

El año pasado circuló información acerca de las deplorables condiciones de trabajo del personal que labora en los Centros Comerciales Wall Mart en el país y se dijo que se iban a realizar acciones de protesta y boicot en contra de esta empresa.

Sería muy conveniente que las autoridades competentes, llevaran a cabo una investigación exhaustiva de las actividades poco claras que Soriana realiza en contra de sus clientes que le solicitan créditos.

De otra manera, Soriana seguirá atentando contra la ya de por sí precaria economía de los mexicanos, en los diferentes municipios donde cuenta con sus centros comerciales.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Febrero 18 del 2008.

José Luís Elías García
El Hombre de La Mancha.

EL IMPUESTO PREDIAL.

EL IMPUESTO PREDIAL.

Jean Jacques Rousesau en su gran obra EL CONTRATO SOCIAL publicado en París, Francia en 1762, establece, en relación con La Esclavitud:

“Puesto que no hay hombre que tenga autoridad natural sobre su semejante, y puesto que la fuerza no produce derecho alguno, quedan solamente las convenciones como base de toda autoridad legítima”

Partiendo de esta premisa, fue así que los ciudadanos convenimos ceder al Estado parte de nuestra libertad, de nuestros derechos y de nuestros bienes, a cambio de que nos sean retribuidos en servicios que debieran ser: Seguridad Pública. Es decir, la seguridad en nuestras vidas y nuestros bienes legalmente tutelados. Alumbrado Público y Limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos entre los más importantes.

Por considerar que estos tres servicios son los de mayor y vital importancia para los habitantes de nuestro país, pero muy especialmente para los que residimos en Ciudad Juárez. Es necesario preguntarnos sí el pago del impuesto predial nos está proporcionando la seguridad pública que requerimos para tener la tranquilidad de pensar, que sí por la mañana salimos de nuestras casas rumbo a nuestros lugares de trabajo, a llevar a nuestros hijos a la escuela, o a realizar cualquier otro tipo de actividad, ¿no seremos víctimas de una balacera, producto del ajuste de cuentas entre los narcotraficantes y sus contrarios o ex cómplices; Policías de cualquiera de los tres niveles de gobierno y jerarquía dentro de esas corporaciones?

La respuesta clara es un NO rotundo.

De igual manera, ¿lo que pagamos y recibimos por concepto de alumbrado público y la recolección de basura es lo justo? Esta respuesta que la den los habitantes de las zonas marginadas de la ciudad.

Desde mi llegada a esta hospitalaria ciudad, han pasado seis periodos de gobierno municipal y en octubre 10 del año pasado inició el séptimo, y en todas sus campañas políticas los candidatos a la presidencia municipal, unos más, otros menos, pero siempre culpando a sus antecesores, incluso de su mismo partido, se comprometieron a resolver el problema de la inseguridad pública, que a todas luces no ha sido resuelto, al contrario ha venido aumentando desmesuradamente, a grado tal que ya parece incontrolable.
Aún más, algunos de sus jefes de policía y elementos de esa corporación, han sido ejecutados y aprehendidos en los Estados Unidos, por traficar con drogas, como es el caso del ex director operativo Sáulo Reyes Gamboa y el policía municipal José Alfredo Ramírez López.

Esto denota claramente que lo que se ha invertido en sus sueldos y capacitación, pagados con lo que los ciudadanos aportamos vía impuesto predial, ha sido destinado a otros objetivos muy alejados del primordial: Proporcionarnos la seguridad pública, como es su obligación.

El presidente municipal, a través de su jefe de policía es responsable de todo lo que suceda en el entorno del territorio bajo su gobierno debidamente delimitado. Por medio de la prevención, principalmente en lo relacionado con la seguridad pública de sus gobernados, deben evitar que se den hechos delictivos y sin la disculpa o alegatos jurídicos de falta de competencia, puesto que para eso fue electo el primero y el segundo designado y se les pagan salarios bastante costosos que salen de nuestros bolsillos.

La prevención debe de ser una acción para evitar que se den hechos delictivos, no una reacción, que generalmente va acompañada de disculpas como: “No contamos con el equipo en patrullas y armamento para hacer frente a los delincuentes”. “El número de elementos de policía con el que contamos es insuficiente para brindar seguridad a los habitantes de la ciudad” o, “las ejecuciones son delitos de la competencia del fuero federal”. “Estamos haciendo lo que podemos”.

Ese tipo de declaraciones de parte del Presidente Municipal José Reyes Ferríz y del Secretario de Seguridad Pública Guillermo Prieto Quintana, es un reconocimiento tácito de su falta de capacidad, eficiencia y eficacia para el desempeño de sus funciones.

Cada trienio de gobierno municipal, se hacen cuantiosas inversiones en la adquisición de patrullas, que en poco tiempo son convertidas en “chatarra”, debido a la impericia, a la velocidad con que son conducidas en terrenos escabrosos o por choques, y en algunos casos en estado de ebriedad.

Si bien es cierto que el armamento con el que cuenta la corporación policíaca municipal está muy por debajo de la calidad y capacidad de las que los delincuentes poseen, también es cierto que la falta de negociación del presidente municipal, muchas veces por enfrentamientos políticos, la Secretaría de la Defensa Nacional no les ha autorizado el armamento adecuado.

En cuanto a la cantidad de policías ciertamente insuficiente. ¿Qué caso tiene el contar con más, cuando antes de ingresar a la academia de policía, no se les practican los exámenes suficientes para comprobar que satisfacen los requisitos, que cuentan con los perfiles para llegar a ser verdaderos guardianes del orden?.

Desde luego que lo ideal sería contar con la cantidad necesaria y suficiente, pero sobre todo con la calidad y actitudes de servicio que se requieren.

Eso sin contar que estos “cadetes de policía”, una vez que ingresan a la corporación se encuentran como el jamón en el sándwich. Por un lado presionados por la ciudadanía para que le brinden la seguridad que paga y por el otro, la presión de algunos de sus superiores para que le “entren” al lucrativo negocio de la corrupción.

También es cierto que las ejecuciones, dependiendo de las armas con las que se lleven a cabo, caen en el ámbito del fuero federal o del común. Pero definitivamente, éstas se han dado por la falta de una acción preventiva eficiente por la complicidad y corrupción de algunos elementos policíacos de los tres niveles de gobierno.

¿Cuántas veces hemos escuchado declaraciones de los jefes de policía, en el sentido que tienen cuantificado y ubicado el número de pandillas y de sus integrantes, que compran consumen y venden drogas? ¿Qué han hecho al respecto para reducir su cantidad y sus consecuencias?

¿Cuántas veces las autoridades municipales han solicitado la participación ciudadana para que denuncie a estos delincuentes y todo para qué? Para que algunos ciudadanos incautos hagan estas denuncias y posteriormente resulten víctimas de los delincuentes denunciados, porque algunos policías “los pusieron”. Como se dice que fue el caso de la madre de familia que denunció a un narcotraficante y este impunemente atacó a sus dos hijas menores.

Con relación a la declaración “Estamos haciendo lo que podemos”

C. Presidente Municipal José Reyes Ferríz y C. Secretario de Seguridad Pública Municipal, Guillermo Prieto Quintana. ¿Si eso es todo lo que pueden hacer para brindarnos la seguridad que con urgencia necesitamos y ustedes están obligados a proporcionarnos, definitivamente no es suficiente?

Es necesario y de urgente necesidad que mejoren sus actuaciones o en su defecto que renuncien a sus cargos, porque no debemos permitir el que por la falta de la efectividad de las mismas, sigamos siendo víctimas de la delincuencia más organizada que ustedes.

Hace unas semanas un ocurrente colombiano, preocupado por las actuaciones delictivas de las FARC en su natal Colombia, a través de internet invitó a manifestarse en contra de esta agrupación terrorista, logrando que miles de ciudadanos en diferentes países, desde luego incluido Colombia, se manifestaran multitudinariamente. Hasta hoy se ignora que resultados vaya a tener esta convocatoria, pero cuando menos despertó la conciencia en cientos de miles de personas, de que no debemos seguir permitiendo ser víctimas de delincuentes.

De igual manera, ocurrente y preocupado por lo que sucede en nuestra ciudad por los efectos mortales a causa de las acciones de la delincuencia organizada. Hago una invitación a todos los habitantes de Ciudad Juárez que cuenten con el servicio de internet y que les llegue este artículo, para que se manifiesten e inviten a manifestarse a sus contactos y a quienes no puedan enterarse por este medio, para que no paguemos el impuesto predial, por medio del cual pagamos los servicios que no recibimos, muy especialmente el de seguridad pública, que nos mantiene en una constante zozobra al saber que en el momento menos pensado, resultemos víctimas mortales por uno o varios balazos, en un enfrentamiento entre sicarios y contrarios o ex cómplices, policías de cualquier nivel de gobierno.

Considero que ya fue bastante suficiente el hablar a estaciones radiofónicas para quejarnos de lo que nos, o sucede. Ya basta de convocar o a asistir a reuniones, talleres, foros y manifestaciones en las calles en contra de la delincuencia. Es tiempo de actuar por nuestra sobre vivencia y la de nuestras familias.

El gobierno federal ha declarado que va a actuar en contra de la delincuencia organizada, golpeando sus bolsillos.

Hagamos lo mismo con las autoridades municipales de Ciudad Juárez. Golpeemos sus bolsillos no pagando el impuesto predial, el principal recurso que les permite pagarse onerosos salarios que no merecen, dado que no nos proporcionan la seguridad pública que por ley merecemos.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Febrero 18 del 2008,

José Luís Elías García.
El Hombre de La Mancha.

sábado, 2 de febrero de 2008

VIACRUCIS DE UN HONDUREÑO INDOCUMENTADO.

VIACRUCIS DE UN HONDUREÑO INDOCUMENTADO.

Gustavo, un adolescente de 18 años, salió de su país natal Honduras, el día 22 de diciembre del 2007 y el 7 de enero por la noche llegó a Ciudad Juárez, Chihuahua, con la intención de cruzar a los Estados Unidos en la búsqueda del “sueño americano”.

Esa noche se albergó en la Casa del Emigrante y como se acostumbra en ese lugar, a la seis de la mañana, después de desayunar salió en busca de trabajo.

Tuve oportunidad de conocerlo porque tocó a la puerta de mi casa, pidiéndome que le diera comida a cambio de limpiar el frente de ella. Lo invité a comer y mientras comía me narró las vicisitudes que tuvo que pasar para llegar a esta ciudad.

Es el hijo mayor de una familia de clase media baja, con cuatro hermanos menores. 16, 14. 9, su única hermana y 6 años su hermano menor.

Tiene estudios terminados equivalentes a la preparatoria. No fue posible que continuara con una carrera profesional (investigación criminal), por falta de recursos económicos, por ello es que decidió viajar al Estado de La Florida donde tiene unos parientes.

Esta es su historia:

“Salí a las doce de la noche del 22 de diciembre del 2007 de San Pedro Sula, Honduras y llegué a Agua Caliente, Honduras a la cuatro de la mañana del día 23. A las seis de la mañana compré un boleto para viajar a Guatemala capital (No se requiere pasaporte, solo un permiso), a la una de la tarde del mismo día, ahí conocí a un salvadoreño de 22 años”

“En ese lugar Alberto y yo (así se llama el salvadoreño), abordamos un autobús a Tecúm Umán, Guatemala, frontera con Ciudad Hidalgo, Chiapas, lugar al que llegamos a las seis de la tarde. Cruzamos a ese estado por el hueco de una malla que está sobre un puente hacia Ciudad Hidalgo”

“De pronto vimos una patrulla de policía y un niño de aproximadamente catorce años, al parecer cristiano, nos dijo a mi y a mi compañero salvadoreño que nos escondiéramos, porque si nos veían nos iban a quitar lo poco que traíamos y oró porque llegáramos a nuestro destino con bien”

“Caminamos por el monte, siempre con las vías del tren a la vista, hasta un pueblito. El dorado, en dónde en una tiendita compramos queso y tortillas y comimos por primera vez después de veinte horas de no hacerlo. En una casa entre el monte, el dueño nos permitió dormir en el patio”

“El señor nos indicó como tomar una “combi”, caminamos desde las cinco de la mañana del día 25, a las ocho la abordamos. Nos costó ocho pesos el boleto y ya en ella llegamos a una garita. Los demás pasajeros al ver nuestro temor por ser detenidos y enviados de regreso a nuestros lugares de origen, nos dijeron que no nos preocupáramos, que solo platicáramos y así pasamos desapercibidos y así llegamos a Huixtla, Chiapas”

“Cruzamos un puente y llegamos a la vía del tren y caminamos por seis horas, pasamos por Las Margaritas y Mojarras. Ahí nos dieron un raite hasta Tonalá, Chiapas, lugar al que llegamos tres días después. Escondidos y sin comer, estuvimos esperando el tren por dos días más. Nos encontramos con una señora a la que le preguntamos que a qué horas pasaba el tren y nos respondió que por ahí no pasaba, que teníamos que irnos a Arriaga, Chiapas y caminamos otras atro horas”

“Antes de llegar a ese lugar nos encontramos con unos asaltantes, que pretendieron despojarnos de los que traíamos, afortunadamente corriendo logramos huir de ellos por los cerros, pero unas horas después y por desgracia, nos encontramos con unos “mareros” que nos despojaron de las maletitas que traíamos con ropa, nuestro dinero, yo traía mil lempiras (dos Lempiras equivalen a un peso mexicano) y nos quitaron los zapatos dejándonos descalzos”.

Unos kilómetros adelante nos encontramos con un sujeto de aproximadamente cuarenta años, quien nos ofreció un raite, (conducía un Jetta Volkswagen de reciente modelo), además llevarnos a su casa a descansar y dinero para que continuáramos nuestro viaje, pero era gay, yo no acepté pero mi compañero sí, así que continué caminando solo hasta Arriaga, Chiapas”

“En Arriaga, el sábado 30 de diciembre a las nueve de la noche abordé el tren con destino a Tierra Blanca, Veracruz. Aunque iban muchos indocumentados como yo, para no exponerme a otra situación similar a las anteriores, me aislé por completo y viaje sentado sobre uno de los ejes del tren, de donde estuve apunto de caer porque a veces me vencía el sueño, finalmente llegamos a Tierra Blanca a las once de la noche del día 31”

“En Tierra Blanca, Veracruz un sacerdote católico que tiene un albergue para emigrantes me proporcionó comida, ropa y zapatos y a las cuatro de la mañana del día primero de enero, abordamos un tren con destino a Apizaco, Tlaxcala, lugar al que llegamos el 2 de enero a las cinco de la mañana”

“En un entronque ferroviario, un letrero indicaba que el tren se dirigía al Estado de San Luís Potosí, que no venía para Ciudad Juárez y en Torreón, en la oscuridad salté de el y al caer me golpee la espalda con una piedra”.

“En Torreón tres días después de viajar, como dije antes sobre uno de los ejes del tren y casi sin dormir, abordé otro hasta la Ciudad de Chihuahua, en donde al llegar a dos indocumentados y a mi, nos detuvieron unos policías que nos desnudaron, nos hicieron caminar de rodillas sobre las piedras, yo traía el pelo un poco largo y uno de ellos me lo jalaba arrastrándome y exigiéndome que le diera dinero. Por más que yo insistía en que ya no traía nada, que me habían asaltado y me obligó a quitarme los zapatos para revisarlos”.

“Tres horas después de tenerme desnudo y sin zapatos, burlándose de mí (yo tenía los vellos de mi cuerpo blanquizcos. El sudor producto de del dolor caminar de rodillas se me había congelado por el frío y temblaba todo mi cuerpo por más que trataba de evitarlo”.

“Cuando ese mal policía se dio cuenta que realmente no traía nada de dinero me dijo: Por esta vez te la perdono hijo de tu pinche madre, pero si te vuelvo a ver o pegas de gritos de lo que te pasó aquí te voy a matar”

“Poco tiempo después escuché el pitido de otro tren que venía en dirección mía, muy despacio. Lo abordé y unas horas después me baje cuando miré un letrero que decía Bienvenidos a Ciudad Juárez, pero aún estaba en la entrada de la ciudad, por lo que caminé bastante hasta que me alcanzó una camioneta conducida por un señor mayor de edad y le pedí raite”.

“Después de subirme a la cabina, el señor muy amable me invitó un café de un termo que traía, me dejó en la Colonia Satélite, en una calle frente a La Casa del Migrante el día siete de enero a las siete de la noche. Antes de bajarme me dio cuarenta pesos y me dijo que me cuidara mucho, que todavía me faltaban muchos riesgos y peligros que enfrentar. Que Dios lo Bendiga. El me hizo pensar que no todos los mexicanos son malos, como lo había creído por lo que otros me hicieron”.


Anteriormente por los diversos medios de comunicación, me enteré de este tipo de abusos en contra de los indocumentados centro y sud americanos al cruzar e internarse en territorio mexicano, pero al escucharlo de viva voz de uno de ellos, me hago la siguiente pregunta:

¿Con que autoridad y calidad moral las autoridades mexicanas y muchos mexicanos se rasgan las vestiduras por que el gobierno norteamericano y sus ciudadanos como los Minute Men agraden a nuestros indocumentados en ese país, cuando en nuestra frontera sur y a lo largo del territorio nacional se actúa de igual o peor forma?

Ha sido todo un escándalo el que se ha hecho por la construcción del Muro de la Ignominia.

¿Acaso es algo similar lo que hacemos, cuando debido a la violencia generalizada, colocamos rejas y protecciones en las puertas y ventanas de nuestras casas, para evitar que personas ajenas a nosotros se introduzcan en ellas?

¿Hasta cuándo, tanto las autoridades en nuestro país, como muchos de sus habitantes dejaremos de actuar con hipocresía y doble moral?

Si el Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa en realidad quisiera hacer algo para evitar la emigración de nuestros paisanos, debiera implementar programas serios para generar los empleos necesarios y suficientes en las diferentes áreas susceptibles de ello. Como apoyar la reactivación de la producción agrícola, hacer que las diferentes empresas paraestatales como la Comisión Federal de Electricidad, Petróleos Mexicanos, etc., fuesen efectivamente empresas productivas, que dejaran de ser la caja chica de los funcionarios que las dirigen, nido de vividores corruptos, incluidos los dirigentes sindicales, quienes se llevan la parte del león y las tienen en práctica bancarrota.

No andar con bravatas absurdas, asegurando que “donde se encuentre un mexicano ahí está México, retando y amenazando al Congreso y al Gobierno de los Estados Unidos por el trato que se les da a nuestros paisanos indocumentados”.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Febrero 2 del 2008.

José Luís Elías García.
El Hombre de La Mancha.

viernes, 1 de febrero de 2008

LA MORFIN OTERO OTRA VEZ.

LA MORFIN OTERO OTRA VEZ.

Guadalupe Morfín Otero, como la siempreviva surge de nuevo. Ahora como Fiscal para delitos contra mujeres.

¿Cuál es el afán de los gobernantes, en este caso de Felipe Calderón Hinojosa Presidente de La República, al insistir en nombrar a personas como Guadalupe Morfín Otero en cargos de tanta responsabilidad. Cuando en los que han ocupado con anterioridad, ha dado muestras claras de su incapacidad para desempeñarlos, que además los ocupan para darle rienda suelta a sus ambiciones personales, a sus protagonismos y a vivir como miembros de una realeza vergonzosa y ofensiva para los simples mortales mexicanos.

Esta “funcionaria” federal, quien en el periodo de Vicente Fox fue nombrada Comisionada de La Subcomisión de Coordinación y Enlace para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres en Ciudad Juárez (Uff, me cansé de escribir tan largo nombramiento), durante su gestión se gastó enormes cantidades de dinero (que bien pudieron ser entregadas a los hijos (as) o familiares de las damitas y niñas que fueron salvajemente asesinadas). En su lucimiento personal, apareciendo en los medios televisivos y escritos en cuanto evento social o político se llevaba a cabo; pero sin ningún resultado positivo relacionado con la función para la que fue designada, mucho menos en beneficio de quienes resultaron familiares de estas víctimas.

Tanto Guadalupe Morfín como María López Urbina, nombrada Fiscal Especial para los Crímenes Contra Mujeres en Ciudad Juárez en el mismo periodo foxiano, fueron un desperdicio económico en millones de pesos del erario federal y desde luego con sus nulas actuaciones, dieron píe para que los misóginos tuvieran elementos para rechazar aún más la idea de que una mujer es mejor opción que un hombre como funcionario.

¿Qué clase de compromisos y con quién los tiene Felipe Calderón para tropezar con la misma piedra, al haber nombrado a Guadalupe Morfín Otero para este nuevo cargo?

Ciudad Juárez, Chihuahua. 1º. De febrero del 2008.

José Luís Elías García.
El Hombre de La Mancha.

UNO Y MEDIO POR DIA.

UNO Y MEDIO POR DÍA.

La violencia en Ciudad Juárez ha roto su propio record de criminalidad. El mes de enero resultó el más violento, cuarenta y cinco ejecuciones con promedio de un asesinato y medio por día y cero detenciones de los asesinos.

Todo esto mientras las autoridades responsables de la prevención de delitos, de procurar y aplicar la justicia en el estado y en esta ciudad brillan por su ausencia.

En tanto que el gobierno federal, invirtiendo millones de pesos que son nuestros, en publicitar acciones y resultados de los operativos conjuntos que llevan a cabo las diferentes corporaciones policíacas y que en la realidad resultan una falsedad, los habitantes de Ciudad Juárez, como los del país entero, pagamos las consecuencias de sus incapacidades, ineficiencias, corrupciones y complicidad con la delincuencia organizada.

En el periodo de Vicente Fox, en un acto de completo relumbrón, se llevó a cabo un evento en el que presuntamente se celebraron acuerdos de coordinación entre las autoridades policíacas de los tres niveles de gobierno, en el que se contó con la presencia de funcionarios de primer nivel federal, estatal y municipal, que tuvo el mismo resultado que La Carabina de Ambrosio.

De ese evento lo más que se pudo obtener fue la presencia de numerosos elementos de la federal preventiva, que con armas de alto poder en brazos, en los cruceros de calles, especialmente donde se ubican tiendas de conveniencia: Bip, Bip y Superette Del Río, que nos indicaban que nuestros impuestos estaban siendo utilizados para vigilarlas. Aunque dichos elementos que no hablaban no se movían, más parecían bolos de boliche descompuesto.

Incluso se dieron un sin número de crímenes y ejecuciones en su presencia o cercanos a ellos y para nada reaccionaban, Como fue el caso de la balacera que se suscitó frente a las instalaciones de La PGR, en donde resultaron víctimas mortales una señora que viajaba acompañada de su hija menor y venía de regreso de El Paso, Texas, y un parquero que se encontraba cerca.

Ante estos hechos, elementos de La PGR cómodamente hicieron mutis, encerrándose en las instalaciones y después su vocero de comunicación social declaró que el helicóptero estaba frío y por ello no pudieron seguir a los asesinos.

Aún más, el delegado en el estado de esa corporación en ese tiempo, en un alarde de extrema sabiduría, declaró a los medios de comunicación que las víctimas resultaron tales, por encontrarse en el lugar y la hora equivocada y que los asesinos actuaron así, porque ignoraban que ahí se ubicaban las oficinas de esa dependencia. “Juar, Juar, Juar”

Pero regresando a la peligrosa situación de inseguridad pública que permanentemente padecemos los habitantes de esta ciudad. Por ninguna parte se percibe una acción efectiva y determinante que cuando menos impida que esta incontenible violencia siga avanzando, porque pedir que se reduzca o elimine, con las autoridades policíacas que tenemos, resulta prácticamente imposible.

El Secretario de Seguridad Pública Municipal Guillermo Prieto Quintana, a tres meses de haber asumido el cargo por cuarta ocasión, no ha dicho esta boca es mía para presentar un plan, proyecto o programa tendiente a mejorar la seguridad pública en la ciudad y la de sus habitantes.

Algo que Prieto Quintana debió haber hecho al inicio de su cuarta gestión y con el conocimiento que tenía (acorde al secreto a voces que desde hace años se rumora, acerca de las actuaciones de la llamada “Mafia de los Capitanes”, de quienes se ha dicho que son los que realmente y durante varias administraciones tienen y han tenido el control de la corporación, pero sometidos y al servicio de la delincuencia organizada), fue el haber llevado a cabo una investigación exhaustiva de los expedientes de todos y cada uno de los miembros de la corporación a su cargo, tanto en su desempeño dentro de la misma, como en el ámbito personal, familiar y en lo económico, porque algunos de ellos poseen propiedades y vehículos que están muy lejos de adquirir con sus ingresos legales, y realizar la limpieza correspondiente de todos aquellos que tengan la más mínima cola que les pisen.

Porque de otra manera, todos los cadetes que pasen por la Academia de Policía Municipal, una vez que ingresan a las filas policíacas, estarán expuestos a ser corrompidos por algunos de sus superiores corruptos y de nada servirá la inversión que se haga en su capacitación.

Un ejemplo reciente es el de el ex policía municipal de nombre Alfredo Ramírez, quien tenía pocos meses de haber ingresado a esa corporación en la administración pasada, cuando fue detenido en El Paso, Texas con un cargamento de droga y hoy se encuentra preso en una cárcel estadounidense.

De igual manera los requisitos que los prospectos a cadetes para el ingreso a la academia de policía deben satisfacer tienen que ser más estrictos. Que cumplan con los perfiles que se requieren para ser un buen guardián de la seguridad pública y que durante su estancia en ella, se les refuerce en el conocimiento pleno de los valores y principios y por supuesto, que sus instructores y futuros superiores los prediquen con el ejemplo.

Indudablemente son más los buenos policías municipales que los malos, pero los pocos malos están hasta el pescuezo en su relación con el crimen organizado y de ahí que sea un verdadero problema el conseguir que la inseguridad pública disminuya, más aún que desaparezca y las pruebas están en lo acontecido en las últimas semanas; que algunos de ellos han sido ejecutados.

¿Acaso Guillermo Prieto Quintana ignoraba o ignora lo anteriormente expuesto y es la razón por la que no ha actuado en consecuencia?

¿O no quiere meterse en problemas o arriesgar su vida por “nada”, como me lo dijo personalmente Jorge Ôstos Castillo, cuando lo cuestioné en este sentido y ocupaba el mismo cargo en la administración de Gustavo Elizondo Aguilar, o es un valor entendido?

Ciudad Juárez, Chihuahua. 1º. De febrero del 2008.

José Luís Elías García.
El Hombre de La Mancha.